La Selección mexicana de futbol terminó con el sueño de conquistar el Mundial Sub-17 varonil que se disputa en Qatar, luego de culminar su participación con una humillante derrota de 5-0 ante Portugal.
Errores marcaron la derrota tricolor
El Aspire Zone Pitch de Doha, fue el escenario que vio caer al Tricolor en la ronda de octavos de final en un encuentro que, más allá del escandaloso marcador, se definió por los propios errores de los dirigidos por Carlos Cariño.
Luego de vencer a Argentina en la fase de dieciseisavos, se esperaba que el combinado azteca le hiciera frente al cuadro lusitano, pero no fue así. Aunque en un principio el juego estuvo parejo, una expulsión de José Navarro cambió el rumbo de la eliminatoria.
El zaguero central, que no había tenido minutos a lo largo del torneo, cometió un penal apenas al minuto 15 después de una barrida imprudente dentro del área. Esta acción terminó abriendo el marcador a favor de la selección europea gracias a una buena ejecución de su capitán, Rafael Quintas.
Antes del descanso, el propio Navarro volvió a perder la cabeza al soltar un codazo a un jugador rival, por lo que, tras una revisión en el VAR, el árbitro le mostró la roja. Con un rostro de frustración y tristeza, el defensa del Pachuca abandonó el campo y, a partir de ese instante, la pauta del partido cambio.
México ya no pudo competir y Ansio aumentó la ventaja al 48’, que prácticamente liquidó la serie. De hecho, las siguientes tres anotaciones, que cayeron en los últimos 10 minutos, fueron producto de la desesperación y mala organización en el parado táctico tricolor.
Con ello, la Selección azteca terminó con el sueño de conquistar la tercera Copa del Mundo Sub-17 de su historia con una triste participación. Al final, la ausencia de Gilberto Mora terminó por pesarle al técnico Carlos Cariño, ya que, de lo que más careció su equipo, fue precisamente en la creación de juego al momento de atacar.

