La Premier League se encuentra envuelta en una nueva polémica, luego de que el jugador del Everton, Idrissa Gueye, fue expulsado por golpear a su propio compañero, un hecho tan insólito como lamentable que marcó el duelo ante el Manchester United, correspondiente a la jornada 12 que se disputó en Old Trafford. Lo que debió ser un partido más, terminó convirtiéndose en uno de los episodios más bochornosos de la temporada.
¿Por qué lo agredió?
Todo ocurrió apenas a los 13 minutos, cuando un mal pase del propio Gueye provocó una llegada peligrosa del United. Al finalizar la jugada, el mediocampista senegalés encaró de manera airada a Michael Keane, reclamándole la falta de reacción en la jugada defensiva.
Las palabras subieron de tono y, en cuestión de segundos, Gueye perdió el control y le propinó un manotazo en la cara a su compañero.
El árbitro, Tony Harrington, que se encontraba muy cerca de la escena, no dudó en mostrar la tarjeta roja directa por conducta violenta, decisión que fue ratificada por el VAR. Al retirarse del campo, Gueye visiblemente molesto evitó mirar al banquillo y se dirigió inmediatamente a los vestidores sin ofrecer disculpas.
Este sería su castigo
Por esta deplorable acción, el jugador podría enfrentar una suspensión mínima de tres partidos, tal como estipula el reglamento de la Premier League para conductas de violencia.
El caso ha generado mayor revuelo porque es la primera vez en más de 15 años que un futbolista es expulsado por agredir a un compañero de su propio equipo. La última vez que esto ocurrió fue en 2008, en la recordada bronca entre Ricardo Fuller y Andy Griffin, mientras jugaban para el Stoke City.
Everton compensó el trago amargo
A pesar del escándalo, el Everton logró sobreponerse al mal momento y terminó quedándose con el triunfo en el Teatro de los Sueños, gracias a un solitario gol de Ciernan Dewsbury-Hall, que selló una noche tan caótica como memorable para los Toffees.