Luego de haber esperado mucho tiempo para el inicio de su participación en la Copa Intercontinental, Cruz Azul se despide de manera prematura del evento deportivo tras caer 2-1 ante Flamengo. En una derrota que sentenció un mes para el olvido, Nicolás Larcamón es el gran señalado.
El Estadio Ahmed bin Ali en Qatar fue testigo del choque entre Flamengo y Cruz Azul en una edición más del Derbi de las Américas. Las dos instituciones llegaron al partido con grandes expectativas, ya que sus poderosas plantillas les daban la oportunidad de quedarse con el pase de ronda.
Si bien el juego inicio con mucha intensidad, lentamente se comenzó a mostrar la idea del técnico argentino, quien procuraba la tenencia del balón, incluso si esto significaba sacrificar ocasiones ofensivas. Lamentablemente, su plan se vino abajo cuando un error de Gonzalo Piovi los puso en desventaja en el marcador.
Al 15′, Cruz Azul intentó salir jugando desde zona baja; sin embargo, la presión alta de los brasileños ponía en complicaciones a los celestes y en un intento por servir a Willer Ditta, Piovi se equivocó y encontró a Giorgian De Arrascaeta quien recortó a Gudiño y disparó sin complicaciones.
Desde dentro los jugadores buscaron la reacción, cambiando su postura y saliendo al frente para encontrar el empate. Es preciso mencionar que durante el resto de la primera mitad Cruz Azul se mostró superior al Flamengo, encontrando el gol al 43′.
Un centro por derecha llegó hasta Jorge Sánchez y sin dudarlo, desde el centro del área este disparo de volea para marcar el primero de la máquina e igualar el resultado en el electrónico.
Segundo tiempo con complicaciones para los mexicanos
La segunda parte pintaba para dejar una gran revelación de Cruz Azul, pero en su lugar Larcamón volvió a imponer su juego precavido permitiendo las llegadas de los brasileños y al 71′, De Arrascaeta marcó el doblete.
En un intento del uruguayo por mandar un centro, el balón fue rechazado y le regreso para empujar al gol y sentenciar el juego. Mencionar que ante la presión Larcamón todavía espero diez minutos para hacer los cambios, lo que enfureció a los aficionados.