El mercado de fichajes de cara al Clausura 2026 ha dado un giro importante tras la decisión del América de descartar la contratación de Agustín Palavecino. La directiva de Coapa considera que el precio que ronda los 9 millones de dólares fijado por el Necaxa está fuera de proporción para un jugador de 29 años, especialmente tras la experiencia previa de haber pagado una cifra alta por la Pantera Zúñiga.
Esta situación otorgaría en el papel una vía libre a Cruz Azul, equipo que mantiene un firme interés en el mediocampista argentino para reforzar su plantilla de cara a un calendario exigente que incluye la Liga MX y la Concacaf Champions Cup; sin embargo, el camino para La Máquina no está exento de obstáculos, pues las negociaciones se encuentran actualmente en pausa debido a que los celestes también consideran elevado el monto solicitado por los Rayos.
Además de la traba económica, Cruz Azul enfrenta un problema logístico crítico: la saturación de plazas de extranjeros. Para registrar a Palavecino, o a otros prospectos, la directiva encabezada por Iván Alonso debe primero dar de baja a elementos actuales, siendo Mateusz Bogusz uno de los candidatos a salir.
Liberar estos cupos resulta sumamente complejo porque los jugadores extranjeros en La Noria perciben salarios muy altos, lo que dificulta su acomodo en otros clubes; un ejemplo de esto es el caso de Lorenzo Faravelli, cuyo sueldo impidió un posible préstamo a Sudamérica.
Esta gestión es vital para el éxito del club en el próximo torneo, ya que la Liga MX permitirá alinear a los nueve extranjeros durante la liguilla para suplir a los seleccionados mexicanos que estarán concentrados con Aguirre para el Mundial.
En resumen, el fichaje de Palavecino se ha convertido en una subasta de resistencia donde el vendedor se mantiene firme y el único comprador interesado debe primero “limpiar su casa” antes de poder costear un lujo que otros ya consideraron demasiado caro.