Economía

5 razones por las que el dólar está caro y rebasa 18 pesos

La debilidad de la economía de China, la caída constante de los precios del petróleo, el alza en las tasas de interés en EU, la sobre reacción de los inversionistas y el nerviosismo de los mercados explican la escalada del billete verde

El dólar estadounidense se encareció de forma súbita durante los primeros días del presente año: entre el 31 de diciembre de 2015 y el 8 de enero de 2016, su costo pasó de 17.53 a 18.20 pesos en las sucursales bancarias del país.

Ello implicó una depreciación para la moneda mexicana de 3.82% en tan sólo una semana, con lo cual acumuló un retroceso de 22.64% en los últimos 12 meses y pérdida en su valor de 39.14% en los últimos dos años.

Dólar caro pega a precios 

Ante tal escenario, los empresarios del país advirtieron que si el billete verde continua encareciéndose y se mantiene por arriba de 18 pesos, provocará un aumento de precios durante las próximas semanas y, por lo tanto, un aumento en las previsiones de la inflación.

El presidente de la Confederación de Cámara Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco) Enrique Solana Sentiés, explicó que hay sectores productivos que importan hasta 100% de sus bienes o materias primas.

Aunque no precisó cuáles serían los productos que serán afectados, el líder empresarial señaló que los aparatos electrónicos que se vendieron para el Día de los Reyes Magos registraron un incremento de precios y son un ejemplo del impacto que traería el alza en la divisa norteamericana.

¿Qué causa el encarecimiento del dólar? 

Para responder esta interrogante y no caen en especulaciones, Publimetro te presenta cinco las razones que provocaron que el billete verde rebasara 18 pesos durante la primera semana de 2016:

1. La desaceleración de la economía de China

Desde el año pasado, el gigante asiático dio muestras de una baja en su ritmo de crecimiento. El banco central chino prevé que su tasa de crecimiento alcance 6.9% al cierre del año pasado, su nivel más bajo en los últimos 25 años, situación provocada por una menor expansión de su industria y una caída cosntante en sus exportaciones, cuyos indicadores registran cinco y 15 meses consecutivos de pérdidas, respectivamente. 

Tal panorama se agravó el martes pasado, cuando la máxima autoridad financiera de China devaluó su moneda –el yuan–, cuyo nivel cayó 2% frente al dólar, provocando el pánico entre los inversionistas, las caídas de las Bolsas de Valores de Asia, Europa y América, así como la devaluación de un sinnúmero de monedas en todo el mundo, entre ellas la del peso mexicano.

2. La caída constante de los precios del petróleo

Durante el último año, el costo internacional del petróleo acumula un retroceso de 10.2%, provocando que su cotización retrocediera hasta su nivel más bajo en los últimos 12 años. El viernes pasado, los crudos de referencia Brent del Mar de Norte y el West Texas Intermediate (WTI) cerraron en 32.16 y 33.27 dólares por barril, su menor precio desde abril de 2004; mientras que la mezcla mexicana apenas alcanzó 23.65 dólares por cada tonel.

Gabriela Siller, directora de Análisis Financiero del Banco Base, explicó que la desaceleración de la economía China, la segunda más importante del mundo, también ha golpeado al mercado de los energéticos ante una menor demanda y una sobre oferta mundial –de entre dos y cuatro millones de barriles diarios– que generan la caída constante de la cotización del hidrocarburo. 

En el caso de México, las condiciones descritas golpean las finanzas públicas y debilitan el valor de la peso frente al dólar, debido a que 16% de los ingresos del país y hasta 30% del gasto público provienen de la exportación de petróleo. 

3. El alza en tasas de interés de EU

El aumento de 0.25% en las tasas de interés de Estados Unidos (hasta un nivel 0.50%) y el avance gradual de las mismas durante los próximos meses anunciados –el pasado 17 de diciembre– por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, generó un ambiente propicio para el encarecimiento del billete verde. 

Lo anterior, porque la decisión de la Fed supone el cierre o salida de inversiones en las economías de todo el mundo –sobre todo de las emergentes como México– con el fin de trasladar tales operaciones hacia los mercados estadounidenses, en busca de mayores ganancias y menores riesgos. 

Lo analistas financieros anticipan que la volatilidad generada por el alza de las tasas en la Unión Americana incidirá en el costo del dólar, al menos, hasta el cierre del primer trimestre de 2016, aunque también hay especialistas que pronostican que el tipo de campo se estabilizará en las semanas próximas.

4. Una sobrerreacción de los inversionistas 

La semana pasada, el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, señaló que la turbulencia financiera internacional y, en particular, la depreciación del peso frente al billete verde son parte de una «sobrerreacción de los inversionistas a las nuevas políticas económicas que implementa China», cuyo Gobierno decidió devaluar su moneda y ajustar sus previsiones de crecimiento frente al menor dinamismo de su aparato productivo.

Lo anterior, dijo el funcionario, significa que el peso está subvaluado ante el dólar y explicó que esto se debe a que aparentemente los inversionistas no han entendido del todo la implementación de las nuevas políticas económicas del gigante asiático, lo cual provoca temor y desconfianza.

5. El nerviosismo de los mercados 

Después de que el tipo de cambio llegara a 18.20 pesos, el viernes pasado, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, explicó que México tiene la fortaleza económica para enfrentar el entorno internacional adverso e incluso afirmó que el país es uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera. 

Con tales argumentos, el encargado de las finanzas públicas de nuestro país envió un mensaje de calma a la población en su conjunto, cuyos mensajes en las redes sociales responsabilizaban a las políticas del Gobierno federal por el descalabro que sufre el peso. 

En una entrevista, Videgaray señaló que la economía nacional crece con una inflación históricamente baja, que se ubica en 2.13% al cierre de 2015, y con empleos bien remunerados, lo cual –señaló– permite a la Administración federal mantener su meta de crecimiento en un rango de 2.6 y 3.6% del PIB. 

De tal suerte, puntualizó, que «el movimiento en los diferentes activos (del tipo de cambio) refleja el nerviosismo de los mercados, sobre un riesgo potencial de una guerra de divisas, que no necesariamente ocurrirá».

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