Guillermo del Toro, el director de cine apasionado desde niño por los monstruos a los cuales ha ido retratando a lo largo de su carrera cinematográfica habló con Publimetro de “Nightmare Alley”, su más reciente película. En esta cinta Del Toro muestra “la terrible tendencia de los humanos de destruirse los unos a los otros”.
El filme es una adaptación de la novela que lleva el mismo nombre escrita por William Lindsay Gresham en 1946. El largometraje está protagonizado por Bradley Cooper como “Stanton Carlisle”, Rooney Mara es “Molly” y Cate Blanchett interpreta a “Lilith Ritter”. La cinta reúne a un gran cast debido a que Willem Dafoe (Clem Hoately) también actúa en ella a un lado de Toni Colette (Zeena Krumbein) y Andrew Shaver (Ezra Grindle). El cineasta compartió los retos que implicó grabar la película, sus motivos e inspiraciones, así como su amor al cine.
¿Qué fue lo que lo motivó a filmar “Nightmare Alley”?
Guillermo del Toro: El amor al libro que leí cuando era un cineasta joven en los 90s, leí este libro y me fascinó. Yo creo que la idea de retratar dos ambientes despiadados el del carnaval y de la ciudad que son muy diferentes pero muy interesantes para el tránsito moral del personaje eso es lo que más me atrajo.
La película está llena de muchos mensajes, pero ¿cuál es el mensaje que usted quiere dar al público?
GT: No es tanto un mensaje como una pregunta, es la idea de encontrarnos en un sistema en donde nos engañamos a nosotros mismos, nos mentimos a nosotros mismos. Y hay una tendencia muy terrible a querer destruirnos unos a otros, la explotación de una persona por la otra, la idea de alguien que le vende un sueño que sabe que no es realidad a una persona que necesita compasión o apoyo. Estas ideas que son bastante brutales pero que las experimentamos todos los días.
El personaje de Stanton Carlisle fue sensacional y en la cinta vemos la evolución de esta persona, ¿qué tan difícil fue escribir el guión del personaje?
GT: Hay tres cosas que lo hacen difícil, uno es que tienes que escribir el personaje con la intención de que progrese, porque este personaje está en pantalla 99 por ciento de la película, le pertenece a la película y no hay manera de dar un paso en falso. Un segundo punto es que tú trabajo con el actor tiene que tener una complicidad enorme y el actor Bradley Cooper es genial, literalmente para mí es un genio y él tiene que llevar el registro de todo eso con mi ayuda, pero él tiene que hacerlo. Finalmente, lo siguiente muy difícil es editar la película y esta dura 2 horas y 19 minutos, pero el primer corte duraba 3 horas y 20 minutos. Quitar una hora entera sin que se pierda eso es muy difícil.
Acerca de la adaptación sabemos que existe otra cinta que antecede a la suya, ¿usted la pasada como referencia o simplemente no la tomó en cuenta?
GT: No. Simplemente lo que hicimos Kim Morgan y yo que escribimos el guión juntos fue decir “la película existe pero lo que nos interesa adaptar es el libro, entonces vámonos a concentrar sólo en el libro”. Y la otra película no la volvemos a pensar, sabemos que existe y nos gusta la película pero es muy diferente para nosotros que esta.
¿Usted considera que esta es una de sus mejores películas?, sabemos que tiene muchas muy buenas pero ¿personalmente qué opina?
GT: Sí. Mira yo creo que es la mejor o es una de las tres mejores para mí, esa es mi estimación personal. No necesita ser un consenso, la gente puede decir sí o no, eso es perfectamente personal. La película ya es del público, pero para mí sí lo es.
Hablando de ese top tres, ¿cuáles son esas tres películas que considera son sus mejores trabajos?
GT: A mí me gusta muchísimo “El Laberinto del Fauno”, me gusta también mucho “El Espinazo del Diablo” y “La Forma del Agua”. Entonces “El Callejón de las Almas Perdidas” sustituiría a una o a la otra dependiendo de si es lunes o viernes. (Risas)
Relacionado con el casting, ¿qué tan difícil fue el proceso para encontrar a los actores ideales para los personajes?
GT: Lo difícil no fue encontrarlos porque realmente escribimos los personajes para ellos, lo difícil es hacer que coincidan las agendas de todas estas estrellas. Aún más complicado se vuelve cuando tomas en cuenta que nos interrumpió la pandemia de Covid-19. Entonces tuvimos que arrancar la película dos veces y tener que hacer coincidir todas esas agendas dos veces. Vamos a decir, si Willem Dafoe tenía cuatro días de rodaje en un rodaje de cuatro meses, se tenía que quedar los cuatro meses por protocolos de covid. Entonces convencer a la gente fue más complicado por las agendas de covid que se dificultaron mucho.
En cuanto a su carrera cinematográfica, ¿cuál fue su inicial motivo para comenzar a hacer cine?
GT: Bueno, ver cine es como una evolución natural porque yo de niño básicamente mi nana era la televisión y el cine. Los fines de semana mis papás nos llevaban a mi hermana y a mí a una matiné en el cine Reforma, nos dejaban a las 10 de la mañana y nos recogían a las tres o cuatro de la tarde. Pasaban diferentes películas como: “Síganme Muchachos”, “Tarzán y su novia”, películas de Walt Disney, películas japonesas de animación. Entonces pasábamos la mayoría de los sábados en el cine Reforma y en domingo en Guadalajara el canal 4 y el canal 6 pasaban películas todo el día.
Aparte de sus cintas, ¿tiene alguna película favorita o algún director al que usted admire?
GT: Bueno claro, cientos. Cuando alguien me dice: “¿Cuáles son sus días favoritos?”, mis días favoritos son mil. No sólo admiro a otros directores, soy un estudiante comprometido con la historia del cine. En esta película Roberto Gavaldón es una influencia importante y gran exponente del cine mexicano, curiosamente también Arturo Ripstein y Luis Buñuel. De cine internacional tengo múltiples cineastas Otto Preminger, William Wellman y Michelangelo Antonioni con su película El Grito. Es un amor al cine y un estudiar de forma constante, pues veo diario de una a tres películas diario, de toda mi vida.
Finalmente, ¿le podría mandar un mensaje a las personas que quieren ser cineastas?
GT: Como dijo Kalimán: “Serenidad y paciencia”. Porque el estado natural de una película es que no se haga y cuesta mucho trabajo hacerla, es ir contra corriente. Es de mucha paciencia y que sepan que se puede hacer y se puede hacer en México un gran cine el que están viendo que se está haciendo y hay que seguir persiguiéndolo.
