Eugenio Derbez estuvo conversando acerca de su vida personal, y algunas anédoctas con el presentador Yordi Rosado. Entre los temas saltó una fuerte pelea que tuvo en la cual le desfiguraron la mitad de su cara, pero sin duda lo que más impactó fue que confesó que no se quería convertir en padre de Aislinn Derbez.
El actor y comediante comenzó recordando la ve que tuvieron que realizarle cirugía estética, porque de una patada le fracturaron la mitad de la cara. “Fue el 21 de marzo de 1986, tres días después de que nació Aislinn, pocas veces he contado este capítulo, siempre me ha gustado defender a los animales, me he metido a ayudar a albergues y demás”.

“El que tenía enfrente me da una patada en la cara”
“Tenía yo 21 años, era yo jefe de manzana de la Narvarte, acababa de nacer mi hija (Aislinn) pero resulta que a la hora que nace me da rubéola y me mandan a casa. Con la rubéola se te inflaman las articulaciones, recuerdo que estaba acostado y llega la muchacha, después de pasear a uno de mis perros, llega llorando, (me contó que) unos vecinos nuevos le echaron los perros a Tripié (su perrito adoptado) que se llamaba así porque le faltaba una patita, veo al pobre Tripié con su patita manga y todo sangrado, me puse muy mal”.
Cuando el artista encaró a sus vecinos por lo ocurrido, estos reaccionaron de manera grosera,, pues estaban bajos los efectos del alcohol: “El que tenía enfrente me da una patada en la cara, patada directo aquí (señalando una parte de su rostro), me abre esta parte”, contó.
Derbez quedó con la piel expuesta y el hueso roto, por lo que tuvo que ser operado de emergencia. Tras este terrible recuerdo, el actor también hizo una importante confesión acerca de cómo se dio el nacimiento de su primera hija.
“Cuando me dice que estaba embarazada sentí que se me acabó el mundo”
Eugenio explicó que no se quería convertir en padre pues no se llevaba muy bien con la madre de Aislinn, y porque no tenía nada de dinero. “Yo tenía 23 años, nos llevábamos muy mal, y cuando me dice que estaba embarazada sentí que se me acabó el mundo, y me apaniqué”.
“Medio regresé cuando la niña nació, yo tenía muy claro que no quería dejar un hijo o una hija (abandonado), yo quería hacerme responsable, pero no tenía en qué caerme muerto, mis papás me mantenían, vivía yo con mis papás, no tenía la menor idea de lo que era trabajar. Obviamente Aislinn ha sido mi mejor maestra y la mejor cosa que me ha pasado”.
Además, explicó que en una de sus primeras películas quiso reflejar lo que su hija le hizo sentir. Pues en ‘No se aceptan devoluciones’, incluyó la frase: “Eres lo mejor que no quería que me pasara”, como homenaje a la también actriz.