Paola Rojas estuvo como invitada en el famoso programa Netas divinas, a finales del año pasado, conversando sobre aspectos muy personales. Uno de ellos, la imagen fuerte que proyecta por medio de su trabajo, pero reconoció que no se siente feliz con ello.
Y es que la guapa periodista aseguró que mantener una imagen dura ante las cámaras y que la gente piense que en su vida privada es así la ha cansado. El tema se dio porque en el show comenzaron a hablar acerca de los pecados capitales y sobre la soberbia.
“Siempre he dado esta imagen de la viejota”
Por ello la conductora confesó que ese es uno de sus puntos débiles: “Me he dado cuenta que el mundo me percibe muy fuerte y pues sí, siempre he dado esta imagen de la viejota. Porque promuevo genuinamente que las mujeres seamos poderosas, fuertes y autónomas, pero también hay un mecanismo de defensa, me protejo de un buen de cosas”.
Rojas rompió en llanto y confesó que no quería seguir teniendo ese comportamiento: “Yo Paola, una mujer que de pronto sufre, llora y le cuesta hablar, no quiero ser esclava de Paola el personaje fuerte”.
“Me tardé 44 años en entender que mostrarte siempre fuerte es un signo de debilidad. No puedes ser todo el tiempo fuerte”. Recordando el incidente con su exesposo, el comentarista y exjugador de futbol, Luis Roberto Alves Zague, del cual se filtró un video íntimo.
“Me seduce esta fantasía de que alguien me regale algo que yo me puedo comprar”
Nuevamente, la periodista estuvo en el programa Netas divinas, y esta vez fue consultada acerca de que si cree en el príncipe azul o no, pero Rojas contestó que los cuentos de hadas lo que han hecho es crear discordia y enemistad entre las mujeres.
Paola confesó que a veces ha caído en la fantasía de que un hombre cumpla todos sus deseos, pero que eso está muy alejado de la realidad y que solo sirven para dañar a las mujeres: “Me pasa de pronto que me descubro que me seduce un poco esta fantasía de que alguien me regale algo que yo me puedo comprar. Nos fumamos todos esos cuentos donde, además, de pronto no nos hemos detenido en esta parte, pero se dan cuenta cómo, en muchos de esos cuentos con los que crecimos, hay mala leche entre mujeres”, explicó.
“Nos vendieron la idea de que nos tratamos mal entre nosotras”
“Nos vendieron la idea de que nos tratamos mal entre nosotras y de pronto es la hermanastra, la madrastra, todas malas, menos la protagonista, entonces es horrible porque no hay solidaridad entre mujeres, al contrario”, dijo, y agregó, “¿Qué fuerte no?, sí crecimos con esta idea rosa que es tan lejana a la realidad, sobre todo, en esta generación que nos tocó vivir”.
Asimismo, señaló la historia de la madrastra mala de Blancanieves, pues creó ese mal pensamiento de que entre mujeres se deben hacer daño: “Ya que mencionas a Blancanieves, todavía más nociva, me parece la madrastra que usa su inteligencia para molestar, nos hizo tener este símbolo de que las mujeres nos atropellamos unas a las otras, en lugar de podernos admirar, ayudar. La madrastra, tiene un símbolo más profundo, porque siempre la protagonista es huérfana, hay un rollo de que la madre sólo puede ser buena porque está ausente, porque cómo concilias a la mujer buena, pero madura, mejor la matas”, ahondó.
Para finalizar, Paola aplaudió las nuevas historias que muestran una mejor versión de la realidad, y la belleza interna: “Por eso celebré tanto que llegaran historias como Shrek, o sea, la chava es princesa, rubia, perfecta y dice a mí me vale, yo quiero ser gorda y cachetona”, concluyó.