La reina Isabel II celebró su audiencia semanal con el primer ministro Boris Johnson por teléfono el miércoles 23 de febrero a pesar de haber contraído COVID-19, según declaró el Palacio de Buckingham. Elizabeth, de 95 años, había cancelado incluso las reuniones virtuales después de sufrir síntomas parecidos a los de un resfriado.
Debido a su edad, los síntomas del COVID-19 y su reciente problema de salud, la preocupación de los funcionarios británicos y el público del mundo entero ha sido notoria, por lo que estar lo suficientemente bien como para hablar con Johnson se tomó como una señal alentadora. Las autoridades confirmaron el domingo 20 de febrero que la reina dio positivo por COVID-19.
El diagnóstico causó conmoción, preocupación, y desencadenó una serie de reacciones llenas de deseo de buena salud para la reina, la monarca con el reinado británico más extenso. El palacio declaró el 20 de febrero que Isabel, quien ha cumplido con el perfil completo de vacunación, continuaría con tareas “ligeras” en el Castillo de Windsor durante la semana en curso.
Falsos rumores de la muerte de la Reina Isabel
El martes, Hollywood Unlocked afirmó que “fuentes cercanas al Reino Real” revelaron que la Reina había fallecido. “Estaba programada para asistir a la boda del editor británico de Vogue, Edward Enninful, pero fue encontrada muerta”, afirmó el impactante informe. E inmediatamente después de que se publicó el informe, los fanáticos entraron en frenesí en las redes sociales.
Con esta fe de vida, manifestada por los voceros del palacio, afortunadamente se desmiente el rumor que conmocionó las redes sociales, y se sabe que La Reina está viva y sigue comandando su 70º año en el trono. Por el momento solo se espera su entera recuperación.