Mientras lnés Gómez Mont sigue prófuga de la Justicia junto a su esposo Víctor Álvarez Puga, su exsuegra Tita Bravo asegura que la actriz continúa recibiendo la pensión alimenticia que le da su hijo para sus cuatro nietos.
Hay que recordar que Gómez y Álvarez están acusados por la FGR de malversación de fondos públicos y lavado de dinero. La cifra que habría acumulado la pareja serí por tres mil millones de pesos, que de acuerdo a las investigaciones, salieron a través de contratos de entidades de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los 400 mil pesos son depositados a la cuenta de la actriz, a pesar de estar congeladas
Y la madre del exesposo de Inés, Javier Díaz, señala que su hijo envía a las cuentas de la artista los 400 mil pesos, al mes, es decir, cien mil por cada hijo. Así lo comentó durante una entrevista con la revista TVyNovelas, Tita Bravo.
En la que además aseguró que se exyerna está escondida en el sur de la Ciudad de México, incluso mencionó que algunas personas conocidas de ella la vieron por esa zona de la ciudad, y que estaba sin sus hijos.
“El pobre está desconsolado”
También confesó que su hijo está desconsolado, pues desde hace más de siete años que no ve a sus cuatro hijos: Inesita, Bruno, Diego y Javier. A la revista TV Notas, contó en noviembre del año pasado, que Inés obliga a sus hijos a llamar papá a su nueva pareja: “Inés, deja que los niños decidan, que vean a su padre biológico. Ahorita con la situación que vives, déjalos estar aquí con él; a lo mejor yo ya no lo veo en vida, pero un día te van a reclamar que hayas decidido por ellos”, aseguró.
En esa ocasión, Tita también dio su opinión acerca del problema legal en el que están envueltos Gómez Mont y su actual esposo, Víctor Álvarez Puga: “Desde que se supo que ella y su esposo eran investigados y que por eso habían huido del país, en los únicos en quienes pienso son en mis cuatro nietos; pobres niños, no tendrían que estar viviendo todo esto”, dijo.
Agregó que su hijo se siente muy triste porque son muchos los años que han pasado sin poder compartir con sus hijos: “El pobre está desconsolado. Desde hace seis años no ve a sus hijos y le preocupa los daños psicológicos que puedan sufrir. Sabemos que Inés los obligaba a decirle ‘papá’ a Víctor, así que imagina el bullying que van a sufrir cuando ellos dos caigan”, contó.
