La cantante mexicana Jenni Rivera era considerada no solo una famosa carismática y talentosa, también era de las más queridas y cercanas al público. Su estilo de vida también era admirado por sus fanáticos, incluyendo sus extravagancias y la lujosa mansión donde habitó hasta el momento de su muerte.
La diva de la banda, fallecida un 9 de diciembre de 2012 en un fatídico accidente aéreo cuando se dirigía a Toluca, a unos 30.000 kilómetros de Ciudad de México, disfrutaba a plenitud del éxito y solía compartirlo con sus seres queridos, entonces su pareja, Esteban Loaiza y sus cinco hijos: Chiquis, Jacquie, Michael, Jennicka y Johnny.
La hermosa propiedad donde vivían todos juntos estaba ubicada en Encino California, e incluso sirvió de locación para la serie “I love Jenni” donde compartía incidencias de su vida familiar. Dicha casa fue adquirida en 2009, cuando estaba casada con el exbeisbolista con quien protagonizó varios escándalos que afectaron su entorno familiar.
La lujosa casa fue comprada en tres millones de dólares. La misma Chiquis Rivera compartió en el pasado un tour por la grandiosa propiedad incluso identificada con las iniciales de la recordada cantante. Está un poco cambiada, cuando estaba mi mamá físicamente los muebles eran diferentes. La casa está en venta y nos sugirieron que era mejor cambiar los muebles, pintar... ya ha venido gente a verla”.
Aunque con un mobiliario distinto, la propiedad conservaba muchos detalles de Jenni Rivera como su medallón, las iniciales y figuras de mariposas a lo largo de la elegante escalera, en alusión al título de unos más grandes éxitos, “Mariposa del barrio”. Chiquis explico entonces que los hermanos crecieron, continuaron sus vidas y la casa se hizo grande y se convirtió en “un gasto que no necesario” También se expresó nostálgica al tener que vender la propiedad. “Es difícil. cuando viene la gente a ver la casa me dan ganas de llorar”.
La mayor de los hermanos Rivera contó que cada detalle de la casa fue remozado al gusto de su madre, incluyendo el diseño labrado de la enorme chimenea que acostumbraba adornar y exhibir durante los días festivos en familia. También se presumió de la lujosa cocina de la propiedad, el lugar favorito de su madre y donde solía pasar mucho tiempo.
“Platicabámos, aquí la siento más. Recuerdo mucho que a mi mamá le encantaba cocinar, llegaba tarde, abría el refri que es grandísimo porque nos gusta comer a los Rivera, ya saben”, dijo Chiquis. La propiedad finalmente se vendió en 2016 al cantante estadounidense Nick Lachey, por la suma 4,9 millones de dólares. Este a su vez, la ofertó en 2019 por un total de 6,7 millones de dólares.