“Amor es amor”, es una frase muy utilizada para evidenciar el cariño que hay entre las personas. Tal como la relación que vive Roberto Bete y Erika Fernandes, quienes son una familia transexual. En las últimas, horas comenzó a viralizarse la campaña que realizaron con la marca de ropa Calvin Klein durante el embarazo del caballero.
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Según lo retardado por Roberto al medio ‘O Globo’, nunca pensó que una mujer podría tener una transición a hombre, lo único que sabía es que sentía una fuerte atracción por las mujeres: “Nunca me gustó nada femenino, que mi cuerpo fuera femenino, el pelo, la ropa, siempre quise verme lo más andrógina posible. Alrededor de los 14 años me descubrí como lesbiana y comencé a vivir esa identidad. Aún así, no era algo en lo que realmente encajara”, explicó.
El padre de familia evidenció que comenzó a relacionarse con personas trans y fue allí donde se dio cuenta que podía cambiar de género: “Tomé hormonas recomendadas por un profesor en el gimnasio. Sé que no es recomendable, pero en ese momento no había tanta información y visibilidad. Hasta que descubrí un hospital que atiende a transexuales. Esperé durante un año para que la vacante fuera vista en el hospital. Empecé a hacerme exámenes, tomando hormonas en la cantidad adecuada, tuve seguimiento psicológico, psiquiátrico y endocrino”, reveló el caballero.
¿Cómo conoció a la madre de su hijo?
El medio antes citado explicó que Bete conoció a Erika en 2019. Desde ese tiempo, ella tenía el deseo de ser madre y empezaron a discutir el tema de que quedara embarazada. “Al principio me sentí muy ofendido: quería ser padre, pero no quería tener un hijo, eso nunca se me pasó por la cabeza. Ella me ayudó a deconstruir este tema de que tener un hijo es cosa de mujeres, que un hombre no se embaraza, me mostró que está bien tener un bebé porque al fin y al cabo tengo útero”, finalizó.
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No todo fue color de rosas, la familia afirmó tener cuadros de depresión, por lo que tuvieron que dejar el trabajo: “Erika estuvo a mi lado todo el tiempo, pero los efectos secundarios también comenzaron a aparecer para ella”. Pese a todo, la familia logró pasar el proceso y ahora viven de mejor manera y con mucho amor.