Arrodillado, besando el escenario y en medio de una ola de vítores, Jorge Drexler recibía a su público en lo que sería su primer Auditorio Nacional, donde presentó su nuevo disco titulado, ”Tinta y tiempo”.
En medio de un furor por estar cantando en “el concierto más grande de su vida”, el uruguayo arrancó su presentación con un sold out que deja en evidencia que las 10 mil voces que sonaron la noche de ayer en el Coloso de Reforma, aún apuestan por canciones hechas a guitarra y voz en medio de una supremacía de la música urbana en la industria.
“Yo imaginaba que esto iba a ser impresionante pero jamás tan impresionante. Tengo que confesarles que es el concierto más grande en mi vida. […] Gracias por invitarme a tocar en este lugar” mencionó Drexler a minutos de haber iniciado su presentación en el Auditorio
Drexler inició lo que sería una noche espectacular con una voz de fondo, la cual, explicaría cómo se inventó el amor en medio del Mezoproterozoico hace mil 600 millones de años, dejando constancia de el inicio de la locura en el mundo.
Inmiscuidos en una escenografía donde un lienzo en blanco está permanentemente presente, Calequi, Campi Campon, Alana Sinkey, Miryam Latrece, Meri Neddermann, Drexler y su equipo de trabajo construyeron un show donde las luces y colores congeniaran para adentrar al público en una atmósfera donde la música era el pretexto y el sentir, el objetivo.
Canciones como “Cinturón blanco”, “Me haces bien”, “Oh, Algóritmo”, “Salvapantallas”, fueron las elegidas por el compositor uruguayo para que su público mexicano se deleitara ante el asombro de un artista que dejó claro que la música llegó sin razón pero dejando huella.
Por otra parte, canciones como “Dígamos que hablo de Martínez”, “Soledad” y “Duermevela” fueron entregadas por Drexler, que lo único que ofreció en ese momento fueron sus manos, su guitarra y su voz. Ante eso, el público mexicano le agradeció iluminando con sus celulare el recinto, dejando “una huella imborrable” en el corazón del uruguayo.
“Movimiento”, “Tocarte”, “Telefonía” y “Silencio”, fueron las encargadas de cerrar el show en medio de una atmósfera rítmica, que hizo que los fans de Drexler abandonaran sus asientos y pusieran los pies a bailar.
<i><b>“Esto es una locura, esto es una locura”</b></i>
— mencionaba de rodillas ante el público un Drexler conmovido
Tras el típico “falso final”, las canciones encargadas de concluir un concierto lleno de emociones fueron “La guerrilla de la concordia”, “La luna de Rasquí” y “Todo se transforma”, las cuales sonaron para dejar con un suspiro a los asistentes.
<i><b>“Gracias, gracias, gracias, Auditorio”</b></i>
— vítoreaba Drexler a su público.
Ante la agonía de percibir la conclusión del show, Drexler sorprendió a viejos y extraños, haciendo partícipes a un cuarteto veracruzano (quiénes habían acompañado al autor en la canción de “Movimiento”) para dejar una antesala disponible para que aquellos que se habían guardado un suspiro de aliento y pudieran dejarlo en libertad.
“Yo que entre tu voz me expando,
no me despiertes al irte con tus adioses lejanos,
que me despierten las manos de México al aplaudirte.”
Jorge Drexler se estará presentando en Guadalajara y Monterrey con su gira. Para consultar más información al respecto, da click aquí