Alejandra Guzmán llegó a su cumpleaños 56 y de que mejor manera pudo celebrarlo que no fuera al lado de su querida madre, Silvia Pinal, quien en los últimos días ha generado noticias por su delicado estado de salud.
La diva del cine mexicano acompaño a su hija menor a soplar las velas de su particular pastel de cumpleaños, elaborado en una muñeca inspirada en ella.
La presencia de doña Silvia Pinal disipara cualquier intriga con respecto a una supuesta recaída con respecto a su estado de salud.
La interprete de Hacer el amor con otro dijo que se encuentra feliz y con muchos proyectos profesionales en puerta:
“56 cumplo y me siento bendecida, agradecida por tantos años, por tener salud. Mi mamá está feliz, ya brindó por mí, ya nos echamos un pastel. (Mi cumpleaños) es el 9 pero estoy feliz de que tengo un nuevo video y estoy haciendo todo lo que dejo para un rato porque me voy de vacaciones”, contó para una entrevista
Cómo era de esperarse la principal ausente en la celebración de La Guzmán fue su única hija Frida Sophia con quién está distanciada desde hace varios años.
¿Qué paso entre Alejandra Guzmán y Frida Sofia ?
Se sabe que desde siempre madre e hija han tenido una complicada relación, incluyendo agresiones físicas por parte de Frida hacia Alejandra, así lo llegó a confesar la artista a la periodista Paty Chapoy.
“Si me golpeó. Había una persona. Alejandra Corvarruvias, mi asistente de mucho tiempo que se encargó de sacarme de la casa. No podíamos controlarla”, confesó para ese momento.
Al parecer esta lamentable situación se generó cuando la artista quiso internar a su hija en un centro de rehabilitación por el uso excesivo de pastillas para controlar el límite de su personalidad:
“Creo que es parte de un resentimiento que surge en su corazón”, expresó.
La relación entre madre e hija se rompió por completo cuando la joven influenciar acusó a su abuelo, Enrique Guzmán de abuso sexual.
Se sabe que por ahora no ha surgido ningún tipo de acercamiento entre madre e hija , sin embargo, Alejandra mantiene la esperanza de que se de una reconciliación con su primogénita.
“Tengo que permitir que ella madure , viva su vida y cometa sus errores... Siempre mantendré la esperanza de volver a verla, abrazarla y tener conversaciones significativas. Creo que es la mejor forma de empezar de nuevo... Ella sabe cuánto la amo”