Alex Fernández está en plena promoción de su más reciente sencillo Estoy a un trago más, un título que se aplica muy bien para decir que está a un trago más de celebrar el Día del Padre con su familia.
El cantante tapatío charló con Publimetro sobre su faceta como padre, los miedos y anécdotas con sus hijas Mía y Nirvaana. Además, de esos “consejos” que le da su padre Alejandro Fernández que luego no aplica como abuelo.
¿Qué tipo de papá eres?
— Soy un tipo de papá muy consentidor. Me encanta consentir a mis princesas, pero me gustaría -a veces- poder ser más estricto, pero veo sus caritas de gatito con botas, pues me hacen como quieren (risas)... ¡Me traen loco! Soy un papá muy amoroso, que me desvivo por mis hijas y siempre procuro en cada momento estar con ellas. Me gustaría estar con ellas todo el tiempo del mundo, toda la vida. Como papá quisiera darles buena educación, que aprendan lo bueno de la vida. No me gustaría malcriarlas, pero te digo que es ahí donde entro en conflicto entre el no querer malcriarlas, pero al mismo tiempo me cuesta trabajo decirles que no. Ahí es donde entra la mamá con la mano dura. Pero sí, diría que un papá muy amoroso, que adora a sus hijas.
“Creo que ya una vez que el papá se convierte en abuelo, ya es una mala influencia (risas) porque los consejos que me da mi papá (Alejandro Fernández) no los aplica y a veces me da la contra”.
— Alex Fernández
¿Cuál es el mayor miedo?
— Que se me enfermen. Por ejemplo, Mía se me enfermó el otro día y fue, literalmente, el peor susto que he tenido en la vida, pues le dio calentura y empezó a entrar ahí como en shock, que resulta que a mí también me pasaba de niño, yo no sabía. Gracias a Dios todo está bien, pero creo que mi peor miedo como papá, es que algo les pase a mis hijas hasta que se pongan tristes. Siempre las quiero ver sonrientes, felices, encantadas de la vida y llenas de amor.
¿Qué tantas canas verdes te sacan Mía (2 años) y Nirvana (6 meses) ?
— Nirvana todavía no habla y ya me empieza a sacar canas verdes, no te creas (risas). Nirvana se porta muy bien en general, es muy linda y muy bien portada. Mía de plano sí me está sacando ya canas verdes, porque es una bala. La amo porque me encanta su personalidad y todo, pero se ve que va a ser tremenda, me va a sacar muchas canas verdes.
¿Es cierto que Mía es muy parecida a su abuelo, Vicente Fernández?
— Siempre les intento inculcar todas las cosas que me inculcaba mi abuelo, no se diga lo musical. A Mía le encanta la música, le encantan los caballos, le encanta el rancho y le encantan muchas cosas. Digo es muy curioso que le gustan muchas cosas que le gustaban a mi abuelo, aparte hace muchos gestos y muchas cosas que tenía mi abuelo que nos tiene impresionados a mí, a mi papá, a mi Cuquis y a todos. De plano, no sabemos qué onda porque son cosas que nunca vio de mi abuelo, nunca. A ella no le tocó ver que mi abuelo hacer esas cosas y así. Entonces ya sea genética, dicen que a lo mejor ve a su abuelo o su espíritu; a lo mejor reencarnó en ella, no sé, pero eso es lo que más nos ha llamado la atención, pero se me hace padrísimo. A mí la personalidad que tiene Mía me encanta, se ve que es bravía más no poder, se ve que tiene el acelerador, la pila bien puesta.
¿Qué consejos compartes con tu padre?
“Creo que ya una vez que el papá se convierte en abuelo, ya es una mala influencia (risas) porque mi papá los consejos que me da no los aplica y a veces me da la contra. Por ejemplo, una vez Mía estaba como haciendo travesuras, pero estaba como inquieta, moviendo cosas y abriendo cosas, no me acuerdo exactamente. Mi papá se enojó porque yo no le ponía la mano dura o porque no le decía que estaba mal. Le dije que a mí me costaba trabajo enojarme con mi hija, pero en esa vacación en Disney, llegó un momento en el que Mía no se quería dormir, quería el iPad. Entonces ahí me enojé, empecé a decirle que ya se iba a dormir, que iba a hacer esto y le quité el iPad, le dije ya era su hora de dormir. Entonces llegó mi papá de superhéroe y me empezó como a regañar. Entonces Mía se fue con él, se la llevó a su cuarto y dije no bueno, pues gracias (risas).
¿Papá o papacito?
— Me encanta ser papá, la verdad es que yo no puedo estar más contento que tener a mis princesas y que sean mías. Cuando me dice Mía papá, me voy a las nubes.