La escritora británica J.K. Rowling, conocida mundialmente por ser la autora de la saga de Harry Potter, ha vuelto a ser el centro de la controversia debido a sus comentarios sobre el tema del transgenerismo.
A lo largo de los últimos años, Rowling ha sido objeto de fuertes críticas por sus opiniones sobre los derechos de las mujeres y las personas transgénero, las cuales han generado un debate polarizado, especialmente en las redes sociales.
Desde principios de 2024, la autora ha enfrentado una serie de conflictos debido a su postura en torno a la identidad de género y el movimiento trans.
En ocasiones anteriores, Rowling reveló que varias personas del entorno profesional la habían rechazado públicamente debido a sus opiniones sobre los derechos transgénero. En particular, criticó términos como “personas que menstruan” y el uso del término “cis” como una forma de lenguaje ideológico, lo que desató aún más críticas hacia ella.
La polémica de los niños transgénero
El último episodio que ha puesto a Rowling en el centro de la polémica ocurrió el 28 de diciembre de 2024, cuando, a través de su cuenta en X (la red social anteriormente conocida como Twitter), publicó una controvertida declaración en respuesta a un usuario. Este le había reprochado por “centrarse de manera odiosa en los niños trans”, calificando sus palabras como “dañinas” e “innecesarias”.
La escritora, como es habitual, no dudó en defender su postura y, en su respuesta, afirmó de manera tajante: “No hay niños trans. Ningún niño nace en el cuerpo equivocado. Sólo hay adultos como tú, dispuestos a sacrificar la salud de menores para reforzar tu creencia en una ideología que acabará causando más daño que las lobotomías y el síndrome de la memoria falsa juntos”.
Reacciones y críticas
Este tipo de comentarios ha sido fuente de una fuerte controversia, ya que muchos consideran que la postura de Rowling sobre los niños transgénero es peligrosa y errónea.
Los defensores de los derechos de las personas transgéneros y los activistas por la salud infantil han señalado que tales opiniones pueden poner en peligro a las personas trans y contribuir a la desinformación en torno a la identidad de género.
Por otro lado, la escritora ha sido respaldada por un sector de la sociedad que comparte su visión y argumenta que la identidad de género debe ser una cuestión de adultez consciente y no algo que se imponga a los niños.
A pesar de las críticas, J.K. Rowling se mantiene firme en su defensa de sus opiniones, argumentando que sus declaraciones están motivadas por el deseo de proteger a los menores de decisiones que puedan ser perjudiciales a largo plazo.