El Sohar Fest, uno de los pocos festivales emergentes que quedan en Jalisco, anunció este jueves la cancelación de su primera edición programada para 2025. La decisión fue tomada luego de que nuevas disposiciones regulatorias impidieran la presentación de varios artistas clave de su cartel, muchos de ellos ligados al género de los corridos tumbados.
“Con profundo pesar, hemos tomado —en conjunto con las autoridades— la difícil decisión de cancelar el Sohar Fest 2025”, informó el equipo organizador a través de un comunicado, donde explican que las restricciones han hecho inviable continuar con el evento tal como fue concebido.

La noticia llega en un momento en que diversas expresiones musicales, especialmente los corridos tumbados, enfrentan crecientes cuestionamientos por parte de autoridades locales en varias regiones del país.
En estados como Jalisco, Sinaloa y Chihuahua, se han comenzado a aplicar leyes o criterios administrativos que prohíben, limitan o sancionan la presentación de artistas cuyos contenidos “promuevan la violencia o hagan apología del delito”.
Este clima de censura ha impactado directamente a festivales y conciertos que apostaban por representar los géneros más populares del momento. El caso del Sohar Fest, cuyo cartel estaría encabezado por Natanael Cano y Junior H, representa una alerta sobre cómo las decisiones regulatorias pueden afectar no solo a los artistas, sino también a los miles de asistentes, proveedores y trabajadores que dependen de estos eventos.


En el mismo comunicado, los organizadores agradecieron a quienes creyeron en el proyecto y aseguraron que los reembolsos serán procesados por Boletomóvil. Llamaron también a estar atentos a los canales oficiales para recibir la información correspondiente.
“Esta decisión no ha sido fácil ni tomada a la ligera; exploramos todas las alternativas posibles para seguir adelante, pero las circunstancias actuales lo impiden”, concluye el mensaje.
La cancelación del Sohar Fest se suma a una lista creciente de eventos que han tenido que adaptarse, modificar su cartel o suspenderse debido al ambiente de regulación que rodea a la música popular en México.
Mientras tanto, el debate sobre los límites de la expresión artística y el papel del Estado sigue en el centro de la conversación.
