La moda siempre ha representado para Denisse Guerrero una poderosa y eficaz herramienta de autoconocimiento. A través de ella, la vocalista de Belanova ha encontrado una vía para vivir su versión más libre y genuina.
Sin embargo, la fantasía que suele envolver su imagen y trayectoria ahora se transforma en introspección profunda con el documental Murió la Fantasía, que presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
“Definitivamente es un reto. Yo no soy una persona muy extrovertida, digamos. Pero el documental significa para mí darle un sentido más profundo y más grande al hecho de que yo hubiera decidido regresar a los escenarios, porque no fue tan simple”, confesó la cantante.


Este proyecto cinematográfico retrata los momentos más complejos, íntimos y honestos de su vida artística y personal. Aunque por temas de permisos Guerrero no pudo revelar demasiados detalles en entrevista, adelantó que su intención es ir más allá del mito, desmontar la figura idealizada de la artista pop y conectar con su audiencia desde un lugar más humano.
“La situación en la que yo me encontraba es más común de lo que las personas pueden llegar a pensar. Y quiero crear este lazo de empatía entre mi público y de mí, que soy un ser humano más allá de la artista o de esta fantasía que existe alrededor de mi carrera. Y sí fue un reto crearlo, definitivamente, como tú dices.”



Acompañada de un equipo cercano y entrañable, compuesto también por amistades personales, Denisse realizó un recorrido emocional por los lugares que marcaron su historia: desde Los Mochis, Sinaloa —su ciudad natal— hasta Guadalajara, Ciudad de México y otros sitios fundamentales en su camino.
“Pudimos hacer un tour, por así decirlo, por los lugares más íntimos o las raíces de donde yo vengo. O sea, tuve la oportunidad de visitar Sinaloa, de estar también aquí en Guadalajara, en Ciudad de México y mostrar una cara más vulnerable de una cantante o compositora, como es mi caso”.
Antes del brote pandémico por Covid-19, la artista pasó por una fuerte crisis existencial que la llevó a dejar su residencia en Guadalajara, desconectarse de sus amistades y concentrarse en su familia, en su natal Los Mochis.
Además de la presentación de Murió la Fantasía, Denisse Guerrero recibe el Premio Maguey Trayectoria.
La artista hizo un recorrido musical que reflejó su evolución personal y artística a través del tiempo:
“Pues si me pusiera a pensar en un soundtrack... no sé... cuando era niña, definitivamente The Beatles, porque, bueno, mi papá era un amante de la música y recuerdo que teníamos muchos de estos rockers. Como yo soy del norte, me tocaba mucho viajar desde Sinaloa hasta la frontera, y después nos íbamos a El Paso, donde vivía una tía. Recuerdo esas mañanas cuando despertábamos y comenzábamos a comer el lunch que nos había preparado mi mamá, y a lo mejor nos estaba diciendo: Here comes the sun.”
Más adelante, su adolescencia se vio marcada por los sonidos de los años 90: “Soy de los noventas, entonces definitivamente podría ser Miss World de Hole, porque hicimos esta familia de mujeres. Smashing Pumpkins también”.
Ya en su etapa universitaria, otros géneros cobraron protagonismo: “En la universidad, New York por Hyper Metal, y cuando llegué a Guadalajara, me tocó un momento increíble, que era como la explosión de la música electrónica. Definitivamente Daft Punk, y puede ser Bobo Mucho, con Ladytron.”
En su madurez, su gusto musical siguió evolucionando: “The Knife, Peaches, Röyksopp. Y ahora, en el presente, hay una cantante que nos gusta mucho que se llama Mitski. Creo que es japonesa, pero tiene nacionalidad estadounidense. Y como no quise sufrir mucho, cualquier canción de Fiona Apple.”
Honestamente Denisse Guerrero
Como parte del homenaje a su trayectoria, se inauguró la exposición Honestamente Denisse Guerrero que muestra 40 piezas de ropa que ha utilizado a lo largo de 20 años en conciertos con Belanova, sus icónicas botas de plataforma y una colección de peluches del Dr. Simi.
La exposición es entrada gratuita en la galería Jesús Guerrero, ubicada a un lado de Biblioteca Pública Juan José Arreola.

