Bad Bunny, dio inicio a su histórica residencia “No me quiero ir de aquí” en el icónico Coliseo de Puerto Rico con tres conciertos agotados, parte de una serie de nueve fechas reservadas exclusivamente para residentes puertorriqueños. Actuando cada noche frente a 15 mil personas, Bad Bunny lanzó una residencia como nunca antes se había visto.
El espectáculo de tres horas comienza con Dayaneris Ortizbuscando su cámara y Julito Gastón buscando su tambor, un momento que establece el tono del mensaje central de la residencia: vivir el momento. A partir de ahí, la energía estalla cuando Bad Bunny sorprende a los fans con "ALAMBRE PúA“, una nueva canción, y ofrece actuaciones destacadas de su aclamado sexto álbum de estudio, “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”.
“No me quiero ir de aquí” rinde un homenaje a Puerto Rico, tejiendo sonidos tradicionales de la isla en cada actuación y destacando el notable talento local, incluyendo a Chuwi, Los Pleneros de la Cresta y Los Sobrinos, José Eduardo, Antonio Caraballo y Emanuel Santa.
Treinta bailarines se unen con ellos en el escenario, dando vida a cada momento a través de una coreografía que canaliza el espíritu, la alegría y el ritmo de la isla. El escenario se transforma en un lienzo vivo: una enorme pantalla LED se extiende por el techo, envolviendo el espacio en color, movimiento e historia. Con una combinación de impactantes efectos visuales y pirotecnia, el resultado es una experiencia única para los asistentes.

A lo largo de la noche, Bad Bunny lleva a los fans en un viaje por cada capítulo de su carrera, interpretando éxitos queridos de “X100PRE”, “YHLQMDLG”, “Un Verano Sin Ti” y “nadie sabe lo que va a pasar mañana”. Cada canción desata olas de emoción, nostalgia y orgullo, reafirmando el impacto duradero de su discografía dentro de la industria.