La repentina muerte de Mayra Tercero, una de las conductoras más queridas de la televisión nacional, conmocionó a la audiencia en Honduras y generó un fuerte impacto por las circunstancias en que ocurrió.
Su fallecimiento no solo dejó un vacío en la pantalla chica, sino que también encendió alarmas sobre el sistema de salud privado en el país, ya que las primeras versiones apuntan a una posible negligencia médica.
Un rostro brillante en TV Azteca
Mayra Alejandra Tercero Acosta, de 31 años, era mucho más que una figura de la pantalla. Odontóloga de profesión y carismática presentadora, se convirtió en una inspiración para miles de jóvenes al demostrar que la pasión por la ciencia y el arte no son excluyentes.
Se ganó el cariño del público en programas como “Calle 7 Honduras”, “Q’hubo TV” y “HCH”, pero fue con “Dale Like”, de TV Azteca Honduras, donde consolidó su papel como ícono juvenil.
Dueña de una energía arrolladora, combinaba su vida profesional como dentista con su presencia en medios, destacando también por su paso por el mundo del baile y la gimnasia artística.
Amigos, colegas y seguidores la recuerdan como una mujer alegre, disciplinada y comprometida con su audiencia. Su popularidad trascendía la pantalla, con una fuerte presencia en redes sociales y participación en actividades culturales y benéficas.
¿Hubo negligencia médica en la muerte de Mayra Tercero?
El sábado 12 de julio por la noche, Mayra reportó un intenso dolor abdominal. Fue llevada inicialmente a una clínica privada en Tegucigalpa, pero debido a la gravedad de su estado, fue trasladada de emergencia al Hospital Escuela. Al llegar, ya no presentaba signos vitales.
Aunque la causa oficial de muerte no ha sido confirmada, versiones extraoficiales sugieren que pudo haber complicaciones derivadas de un tratamiento inadecuado en la primera clínica donde fue atendida. Las autoridades de ese país ya abrieron una carpeta para indagar si hubo negligencia médica.
Muerte de la querida conductora de TV Azteca causa indignación
La muerte de Mayra Tercero ha generado indignación y tristeza. Su caso no solo representa una tragedia personal y profesional, sino también un reflejo de la vulnerabilidad de los pacientes ante posibles errores médicos que aún están por esclarecerse.
Mientras su familia exige justicia y espera los resultados de la autopsia, sus seguidores le rinden tributo con mensajes, flores y homenajes digitales, recordándola con la misma sonrisa luminosa que conquistó a miles.
