Lucía Humarán, una de las artistas más prometedoras de la industria del entretenimiento en México, ha demostrado que el talento no conoce de fronteras, saltando con gracia y determinación de los escenarios de danza a la pantalla grande.
Tras consolidarse como una figura destacada en disciplinas como el flamenco, la danza urbana y los heels, la artista originaria de Mazatlán, Sinaloa, se prepara para consolidar su carrera como actriz con su debut cinematográfico en la película “Mirreyes vs Godínez 3”.
La cinta, que se estreno este 14 de agosto, marcó un hito en su trayectoria, permitiéndole compartir créditos con reconocidos actores como Regina Blandón, Daniel Tovar, Diana Bovio y Michelle Rodríguez.
Este paso al cine no es una casualidad, sino el resultado de un largo camino en el que ha demostrado ser una artista multidisciplinaria, capaz de dirigir, coreografiar, actuar y próximamente incursionar en la música. Su capacidad para trascender géneros y formatos es, como ella misma lo afirma, su mayor poder.
En entrevista con Publimetro, Humarán compartió las emociones y desafíos que implica esta transición: “Estoy en una etapa en donde mi vida personal y mi profesional se están mezclando mucho”, comentó, describiendo este momento como una “mudanza literal” y metafórica.
“Es muy simbólico porque sí es una mudanza literal de espacio para mi vida personal, creo que mi carrera y mi profesión también me están pidiendo que haga esa mudanza”. Esta nueva etapa la ha llevado a tomar una decisión trascendental en su carrera: dejar la docencia de la danza.
Después de más de una década impartiendo clases en México, Latinoamérica y Estados Unidos, Lucía consideró que este será su último año como maestra de danza. A pesar de que representa un “salto al vacío” que le da un poco de miedo, confía en el proceso: “Cada vez que lo hago es solo evidencia de que me trae mejores cosas”, asegura, demostrando una mentalidad de crecimiento constante.
Esta mudanza profesional no significa que deja atrás todo lo aprendido. Lucía reconoce que la danza le ha brindado herramientas invaluables para la actuación, especialmente “el conocimiento y la conciencia del cuerpo”, una conexión que considera vital para su nuevo arte.
Además, destacó el “sentido de comunidad” que encontró en la danza, una valiosa lección que ahora está descubriendo también en el mundo de la actuación. La artista también se mostró crítica con algunas de las “enseñanzas tóxicas” de la danza, como la creencia de que el bailarín debe entrenar todos los días sin descanso para no “quedarse atrás”.
En su visión, la danza es un arte, no un deporte que se mide en números o metas, y es crucial que los bailarines no pierdan de vista su rol como artistas. Más allá de su trabajo en la actuación y la danza, Lucía Humarán es la fundadora del exitoso pódcast “Amatista”, un espacio donde entrevista a artistas y visibiliza sus trayectorias.
A través de este proyecto, busca generar oportunidades y construir espacios dignos para la comunidad artística en México y Latinoamérica. Con su debut en el cine y su incansable labor como creadora, Lucía Humarán se posiciona como una de las voces de una nueva generación de artistas que eligen construir desde su país, rompiendo barreras y demostrando que la multidisciplina es su mayor fortaleza.