La noche en Guadalajara se tiñó de reguetón, pop y emoción pura con la despedida de Maluma en México. El colombiano eligió la Perla Tapatía para cerrar su gira con dos conciertos completamente sold out como parte de Pretty + Dirty Tour, donde miles de fans corearon de principio a fin los temas que lo han convertido en uno de los artistas latinos más influyentes de la última década.
El escenario del Auditorio Telmex se transformó en una fiesta multicolor. Desde los primeros acordes de Hawái hasta Felices los 4, pasando por baladas, reguetón y colaboraciones icónicas, Maluma repasó los distintos capítulos de su carrera. El público, entregado, convirtió cada canción en un coro masivo.
Un mensaje desde el corazón
En medio de la euforia, Maluma se tomó un momento para abrir su corazón. Confesó que tenía sentimientos encontrados: tristeza por despedirse de México, un país que —en sus palabras— “siempre me hace sentir como en casa”, y felicidad porque este domingo estaría de regreso con su familia y, sobre todo, con su hija París.
“Ella me cambió la vida desde que llegó, y todo lo que hago ahora tiene otro sentido”, dijo visiblemente emocionado, mientras los asistentes lo ovacionaban.



La camiseta que encendió al público
Uno de los momentos más celebrados de la velada fue cuando el cantante apareció en el escenario vistiendo la jersey de la Selección Mexicana. El gesto provocó un estallido de gritos, aplausos y banderas ondeando en todo el recinto.



Un sabor tapatío previo al show
Horas antes del concierto, Maluma aprovechó su estancia en Guadalajara para conocer uno de los lugares de moda: Tacos París, donde compartió mesa con su amigo Robe Grill. La visita no pasó desapercibida, pues varios fans lograron fotografiarlo en un ambiente relajado y cercano.




Despedida a lo grande
Con estas dos noches en Guadalajara, Maluma cerró un capítulo más en su trayectoria, confirmando la conexión única que mantiene con México. Entre luces, música y emociones, dejó claro que el escenario es su hogar, pero que su mayor motivación ahora late en los brazos de su hija.
“Nos vemos pronto, familia”, fue la frase con la que se despidió, prometiendo volver y dejando en el aire la energía vibrante de un artista que, una vez más, conquistó a México.