La reconocida actriz Erika Buenfil se convirtió en una nueva víctima de la delincuencia en la capital, al denunciar un robo ocurrido en una importante plaza comercial del sur de la ciudad.
La actriz, conocida en redes sociales como “la reina del TikTok”, utilizó sus plataformas para relatar los hechos y expresar su frustración por la falta de apoyo y acción por parte del personal de seguridad del establecimiento.
Según el testimonio de Buenfil, el incidente ocurrió este miércoles mientras se encontraba en el lugar. El botín, que la actriz describió como de gran valor, consistía en dos computadoras portátiles y equipo profesional para grabar videos.
Para alguien que ha construido una exitosa carrera en las plataformas digitales, este material es fundamental para su trabajo diario, lo que hace el robo aún más impactante.
En un video publicado en sus redes sociales, la actriz detalló que, tras percatarse de la ausencia de sus pertenencias, de inmediato se acercó al personal de seguridad del centro comercial.
Sin embargo, su experiencia estuvo lejos de ser la esperada. Buenfil acusó al personal de seguridad de actuar con indiferencia y de no prestar la ayuda necesaria para investigar el robo: “En lugar de ayudar, me hicieron dar vueltas, me ignoraron y se portaron de una manera muy poco profesional”, afirmó la actriz en su denuncia.
La actriz también aseguró que el personal de seguridad la instó a ir a levantar un acta en el Ministerio Público, sin siquiera intentar revisar las cámaras de videovigilancia de la zona, una acción que podría haber sido crucial para identificar a los responsables: “Me parece increíble que en un lugar tan grande no haya un protocolo de seguridad más eficiente”, lamentó.
La denuncia de Erika Buenfil se viralizó fuertemente entre sus millones de seguidores, quienes mostraron su solidaridad y compartieron experiencias similares en otros establecimientos.
Hasta el momento, ni la plaza comercial ni las autoridades han emitido un comunicado oficial sobre el incidente. La denuncia de Buenfil, más allá de la pérdida material, subraya la sensación de indefensión que muchas personas experimentan al ser víctimas de un crimen y encontrar nula respuesta por parte de quienes se supone deben protegerlas.