El reciente compromiso entre la mega estrella del pop Taylor Swift y el jugador de fútbol americano Travis Kelce desató una fascinación global por una de las joyas más icónicas de la farándula: el anillo de compromiso.
Aunque la joya de Swift, un diamante old mine de siete a 20 quilates, es una pieza espectacular con un valor estimado de hasta cinco millones de dólares, un estudio de Dinero.mx revela que ni siquiera alcanza a entrar en el top 10 de los anillos más caros del nuevo milenio.
La investigación traza un fascinante recorrido por las joyas más fastuosas del siglo XXI, demostrando que la extravagancia y el lujo son una constante en el mundo de las celebridades.
Este ranking está liderado por la cantante Mariah Carey, quien en 2016 recibió del multimillonario James Packer un deslumbrante diamante de 35 quilates. Diseñada por Wilfredo Rosado, la pieza, valuada en 10 millones de dólares, encabeza la lista, a pesar de que la boda se canceló.
En segundo lugar, se encuentra Beyoncé, cuyo anillo es una joya atemporal. Su esposo, el rapero Jay-Z, le obsequió un diamante esmeralda de 24 quilates valorado en cinco millones de dólares, una pieza que hoy en el mercado se estima en más de nueve millones.
El tercer puesto lo ocupa la influencer y empresaria Kim Kardashian, quien recibió de su exesposo Kanye West un impresionante anillo de 20 quilates diseñado por Lorraine Schwartz, con un valor de ocho millones de dólares.
La lista continúa con figuras que han capturado los titulares una y otra vez. Jennifer Lopez figura dos veces en este ranking, lo que demuestra su preferencia por las joyas únicas y costosas.
El primer anillo, que le obsequió Ben Affleck, es un raro diamante verde de 8.5 quilates valorado en más de cinco millones de dólares, mientras que el que recibió de Marc Anthony, un diamante azul de 8.5 quilates, tiene un valor de poco más de cuatro millones de dólares.
Por último, pero no menos importante, el futbolista Cristiano Ronaldo le entregó a Georgina Rodríguez un anillo ovalado de 37 quilates, con un valor estimado de cinco millones de dólares.
Los diamantes de colores, como el verde de JLo y el azul de su segundo anillo, se han convertido en una declaración de individualidad, mientras que los cortes clásicos de las piezas de Kim Kardashian y Beyoncé representan la preferencia por la limpieza y el brillo.