El actor Joaquín Cosío, reconocido por su trayectoria en cine, teatro y televisión, se encuentra en Puerto Vallarta como parte de las actividades de los Premios Ariel 2025, que este sábado 20 de septiembre celebrarán lo mejor del cine mexicano. Además de su participación en la ceremonia, Cosío impartió la master class Actuar o morir, en la que compartió su experiencia y dialogó con jóvenes interesados en la actuación.
“Me parece importante que el premio Ariel se celebre aquí, en Puerto Vallarta. La cultura y el arte siempre son paliativos ante una realidad tan particular, incluso tan cruenta como la que vivimos”, comentó el actor, subrayando el valor de estos espacios en un contexto social complejo.
Michelle Fridman, secretaria de Turismo de Jalisco, reconoció la labor del primer actor en el cine al entregarle una litografía de un artista jalisciense.

Ganador en su momento de un Ariel, Cosío aseguró que más allá de los galardones, lo que realmente lo motiva es el contacto directo con las nuevas generaciones.
“Uno de los premios es lo que pasó hoy, que tantos jóvenes se acerquen a ti. Pocas veces tienes oportunidad de convivir con un público tan joven y que ellos te reconozcan, con todas las alternativas de entretenimiento que hay ahora. Lo agradezco enormemente”, expresó.
El actor señaló que estas charlas representan un intercambio valioso: “Me llevo mucho entusiasmo y ganas de continuar ofreciéndoles buenas películas y buenas interpretaciones. Mi compromiso es seguir trabajando lo mejor posible”.

Los retos de hacer cine en México
Cosío también habló sobre los desafíos actuales de la industria: “No hay tantos proyectos, no hay dinero, no hay producciones. Está todo como paralizado, son tiempos raros, pero vamos a esperar”.
Al referirse al cine en Nayarit (lugar donde nació), el actor reconoció la riqueza cultural del estado, pero también la dificultad para impulsar proyectos.
“Hacer cine es carísimo, todos lo sabemos. Nayarit es un estado precioso, la gente es formidable, pero producir cine son palabras mayores”, señaló.
La actuación como aspiración permanente
Durante su master class, Cosío compartió reflexiones profundas sobre el oficio actoral.
“El papel más complicado es el que viene, es el que sigue. Siempre te quedas con ganas, siempre te criticas y dices: no lo logré. Estar actuando es una aspiración porque nunca llegas. El personaje está a tres metros de ti y todo lo que haces en aras de él es un intento por alcanzarlo”, señaló.
El actor explicó que, a diferencia de la televisión donde predomina la naturalidad, él busca construir personajes con complejidad: “A mí me gusta construirlos y que tengan densidad, que no se queden solo en lo superficial”.
Los personajes que sueña interpretar
Cosío confesó que el teatro sigue siendo el lugar donde están los grandes retos: “Ahí están escritos desde la antigüedad, desde Shakespeare, con grandes prototipos. Macbeth, por ejemplo, es uno de esos personajes que representan un reto mayor”.
También mencionó la obra Woyzeck, del dramaturgo alemán Georg Büchner, cuyo protagonista enfermizo y vulnerable le resulta especialmente atractivo:
“A mí siempre me dan personajes robustos, pero me llaman los vulnerables porque están alejados de lo que aparento. Ese personaje es de una fragilidad impresionante, lo utilizan como conejillo de indias. Es fascinante”.
El reto de interpretar a un homosexual
Uno de los momentos más destacados de su charla fue cuando compartió su deseo de dar vida a un personaje homosexual, pero desde un lugar profundo y realista:
“Me gustaría mucho hacer un personaje homosexual. Tiene una complejidad impresionante. Quisiera hacerlo partiendo del estereotipo, pero que fuera verosímil y real. Que no se quede en la caricatura vulgar y básica, sino que tenga esa fragilidad también”.
Para ejemplificar, recordó el trabajo de Javier Bardem en la película Antes que anochezca, donde interpretó al escritor cubano Reinaldo Arenas:
“Bardem es un hombrón, un tipo voluminoso, y aun así construyó un personaje homosexual increíble. Ese es el nivel de profundidad que me interesa”.