En México, la industria del entretenimiento atraviesa una transformación inédita: los podcasts se han consolidado como un formato disruptivo que compite de frente contra la televisión abierta, tradicional dueña del rating y de los hogares. Lo que comenzó como un espacio alternativo para conversaciones largas, sin censura y con humor irreverente, hoy es una de las principales fuentes de contenido para los jóvenes y, cada vez más, para audiencias adultas.
Los choques recientes: de La Cotorrisa a Adrián Marcelo
Uno de los casos más sonados fue el de La Cotorrisa, conducido por Ricardo Pérez y José Luis Slobotzky, quienes han conseguido cifras millonarias en reproducciones y han llenado auditorios que antes eran terreno exclusivo de artistas de televisión. Su éxito ha puesto nerviosos a ejecutivos televisivos, pues demuestran que la popularidad puede construirse desde YouTube y Spotify, sin necesidad de la pantalla chica.
Recientemente, la pelea mediática con programas de espectáculos de la televisión mexicana como Ventaneando, en la que hacen parodias han provocado la molestia de varias figuras del entretenimiento.
Por otro lado, el conductor regiomontano Adrián Marcelo ha sido protagonista de diversas polémicas: desde enfrentamientos con colegas hasta vetos en medios tradicionales. Su estilo directo y controversial funciona perfecto en podcast y plataformas digitales, pero genera resistencia en los códigos de la televisión abierta.
Rating vs. viralidad
Mientras la televisión sigue midiendo su éxito en puntos de rating, los podcasts triunfan en el terreno de la viralidad: clips que se comparten en TikTok, frases que se convierten en memes y discusiones que incendian Twitter/X. Un episodio puede pasar inadvertido en números totales, pero un solo extracto logra instalar una polémica nacional en cuestión de horas.
Otros ejemplos del choque mediático
Creativo de Roberto Martínez, que ha tenido como invitados a políticos, cantantes y figuras de televisión, demostrando que las personalidades buscan ahora la frescura del podcast.
Las tensiones con comediante Franco Escamilla, quien desde su trinchera en YouTube ha criticado a figuras televisivas y se ha convertido en un referente del stand-up y el podcast.
¿Quién domina realmente: la tele o los podcasts?
El choque no es solo de formatos, sino de lenguajes y libertades. La televisión sigue teniendo el poder de llegar a millones en transmisiones en vivo y de mantener un prestigio histórico. Sin embargo, los podcasts ofrecen espontaneidad, cercanía y autenticidad, valores que resuenan más con las audiencias jóvenes.
La pregunta queda abierta: ¿La televisión está cediendo terreno al poder de los podcasts, o serán estos espacios digitales los que, con el tiempo, se integren y normalicen dentro del sistema mediático tradicional?