Denisse Guerrero, la voz que definió una era del pop mexicano, regresa con una honestidad desarmada en su tercer sencillo como solista, “Murió la Fantasía”. Lanzado este 17 de octubre en todas las plataformas digitales, el tema de pop electrónico representa un acto de coraje: la cantante se muestra vulnerable, confrontando la oscuridad emocional que la marcó durante años: “Es un renacer, pero para que exista la luz, hay que enfrentar la obscuridad”, confesó Guerrero en exclusiva a Publimetro, donde detalló cómo esta canción y su documental homónimo son piezas de un rompecabezas personal que la ha reconstruido.
La trayectoria de Guerrero con Belanova es un capítulo legendario en el pop latino. Formada a comienzos del último siglo, junto a Édgar Huerta y Ricardo Arreola, la banda irrumpió con Dulce beat, un álbum que vendió millones y generó himnos como “Por ti” y “Rosa Pastel”.
El sonido, electrónico con toques de synth-pop y letras de desamor adolescente, posicionó a Belanova en lo más alto de los charts: tres Latin Grammys , giras por todo el mundo y un estatus de íconos juveniles.
Con Fantasía Pop, la agrupación alcanzó el pico, pero tensiones internas y agotamiento llevaron a una pausa indefinida en 2018. Guerrero se retiró de los escenarios, sin embargo tuvo distintos eventos que marcaron su vida que ahora se pueden ver en el documental Murió la Fantasía, estrenado en junio de 2025 en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, donde recibió el Premio Maguey Trayectoria.
Denisse Guerrero muestra una faceta más introspectiva
Este retiro no fue un fin, sino un reset. En 2024, Belanova se reunió para una gira triunfal, reviviendo la nostalgia de millones de fans. Paralelamente, Guerrero inició su camino solista, explorando una faceta más introspectiva. Su debut llegó con ‘Vida Simple’ y la colaboración “El Disfraz” junto a René, una reinterpretación que fusiona indie pop con su esencia.
“Vida Simple”, compuesta con El David Aguilar, es un vals melancólico que anticipaba su documental. “Murió la Fantasía”, producido con los suecos Andreas Stone y Dayo, es el clímax: un electro pop que narra la muerte de un amor tóxico y la renuncia a la “niña” que frenó su vida por idealizaciones.
En la entrevista con Publimetro, Guerrero expresó: “La canción habla de confrontar la obscuridad para renacer. Nos hacemos pedazos para detenernos y elegir piezas que nos liberen”.
La artista admitió que su vulnerabilidad es su mayor fortaleza: “Trabajo con ella; en la música, todo se vale. Es mi espacio seguro, donde muestro debilidades que no digo en persona”.
Inspirada en sesiones compositivas con Brati, Patikantú, René y Aguilar Denisse ve estos retos como motivación: “Necesitas vivir diferente para crecer mentalmente; evitar la monotonía”.
El videoclip, con luces intermitentes y tonos fríos, la muestra en un espacio de abandono, unida a bailarines que simbolizan avance pese al dolor: “Es un himno para corazones rotos; inspira a soltar ilusiones tóxicas”. Su evolución como solista refleja madurez: de la fantasía pop de Belanova a una Denisse que prioriza la verdad.
Para la Denisse niña, que sufría bullying en secundaria y usaba la música como armadura, le diría: “No seas tan perfeccionista; disfruta, eres querida y no pierdas la ilusión de ser feliz”.
En 2025, Guerrero cierra con fuerza: gira con Belanova, sesiones con más artistas y planes para un disco debut solista: “Estamos por cerrar el año; hay gente con la que quiero crear”.
Su vulnerabilidad no es debilidad; es evolución. En un pop superficial, Guerrero ilumina claroscuros, probando que la verdad motiva más que la fantasía: “La música es eterna; romper para crecer”.