Treinta años después de su estreno en 1995, El Callejón de los Milagros, la obra maestra de Jorge Fons, regresa a las salas de cine tras ser restaurada en 4K con el fin de revivir la magia de un entorno urbano y visceral.
La cinta, producida por Sony Pictures y presentada en una emotiva conferencia de prensa en la Cineteca Nacional, honra la memoria de Fons, fallecido en 2017.
La conferencia, moderada por Daniel Birman, quien facilitó la restauración qu tardó cuatro años, reunió a parte del elenco como María Rojo, Juan Manuel Bernal, Lucía Álvarez, Esteban Soberanes, Tiaré Scanda y Lucía Álvarez Vázquez, compositora de la banda sonora.
“Ha sido un camino maravilloso estos 30 años”, inició Birman, recordando cómo Fons soñaba con esta restauración: “La película está en el corazón de la gente y ahora la verán en pantalla grande, restaurada en 4K”.
El proceso, que coincidió milagrosamente con el aniversario, resalta una narrativa que entrelaza siete historias en un callejón de la Ciudad de México: amores prohibidos, traiciones y sueños rotos que culminan en una tragedia que aún conmueve.
María Rojo, quien interpreta a la matriarca Soledad, abrió el diálogo con pasión: “Es una película perfecta de Jorge Fons”. La actriz recordó su orgullo por trabajar con Margarita Isabel, fallecida en 2014, y cómo Fons creó un ambiente de “información y cariño”.
“Fue la más nominada en México y por fuera; la más premiada internacionalmente. Faltan directores como él. Véanla: no ha envejecido”. enfatizó Rojo
Juan Manuel Bernal, quien da vida al joven Jimmy en una trama de deseo reprimido, evocó su niñez en esos barrios: “Me crié en el Callejón; la película es un retrato de ese México que persiste”.
Asimismo, describió el rodaje como un espejo vivo: “Regresé a la vecindad en Tlalpan, le tomé fotos y se las pasé a Jorge. Nos cambió la carrera; con Fons, Alfredo Reyes y Vicente Leñero, pasamos a la historia. Es un clásico que vence a la muerte, como dijo María: el cine es eterno”.
Lucía Álvarez, la primera en llegar al set como la joven Maru, compartió anécdotas de aprendizaje: “Era clases de cine todo el día; María me enseñaba gestualidad, y Jorge nos llevaba al técnico dental para prótesis de dientes chuecos, llenos de sarro. ¡El pobre nos miró como locos!”.
Esteban Soberanes, en el rol de Rigo, subrayó la inclusividad pionera: “Fue la primera película real. Fons nos dejaba construir: en mi primera escena con Gómez Cruz, propuse regalos simbólicos, y él dijo ‘sí, grande, que se vea’“.
Soberanes recordó el set como un campamento: “Estábamos con Jorge viendo cómo dirigía; su pasión era contagiosa. Era cálido, como Benjamín Kahn; nos daba confianza. Agradecemos que nos quedemos para siempre en el cine”.
Tiaré Scanda, como Maru, cerró el círculo: “Vivimos una experiencia amorosa; Fons nos hacía sentir cocreadores. Propuse que Maru hablara en broma y diera verdad, y lo jugamos con vestuario. Él no nos tenía miedo, nos tenía amor. Cambió mi carrera: del TV al cine, rompiendo prejuicios”.
Lucía Álvarez Vázquez, compositora, reveló: “El 100% de la música es original; abordé todos los géneros con credibilidad. Fui desde el casting, comiendo con ellos; Salma me decía ‘vete a escribir’, pero me sensibilizaba. Es mi película favorita; Fons creó un equipo donde el músico era clave”. Aconsejó: “Inviten a los compositores desde el principio”.
Este reestreno, con exhibiciones en Cineteca Nacional y salas independientes desde el 30 de octubre, no es nostalgia; es reivindicación. “Es un clásico que vence la muerte”, coincidieron.
Fons, con su dirección sensible, capturó un México eterno: vibrante, cruel, esperanzador. Treinta años después, El Callejón de los Milagros invita a redescubrir que, en los rincones olvidados, los milagros persisten.