El legado de Juan Gabriel quedó plasmado a lo largo de más de cuatro décadas dentro de la industria musical, no obstante, la historia detrás de Alberto Aguilera Valadez saldrá a la luz con el estreno de ‘Debo, puedo y quiero’, una producción que explora sobre todas las peculiaridades y motivaciones en la vida personal y profesional de ‘El Divo de Juárez’.
La serie documental ‘Debo, puedo y quiero’ promete sumergir al público en el universo dual de Juan Gabriel, revelando la compleja relación entre el ícono público y el hombre detrás del escenario, Alberto Aguilera Valadez.
Para el trabajo detrás de esta producción se encontraron, María José Cuevas como directora y en la producción Laura Woldenberg e Ivonne Gutiérrez, quienes enfrentaron a la fascinante dualidad que el propio artista cultivó, pero que se hizo aún más evidente al recibir un archivo masivo de su vida.
“Juan Gabriel siempre jugó con esta dualidad y nos la dejó en esta famosa auto entrevista donde Alberto entrevista a Juan Gabriel y Juan Gabriel a Alberto. Entonces, él siempre jugó con esto, pero una cosa era eso y otra cosa era enfrentarte a horas y horas de materiales que él dejó, siendo Alberto Aguilera. Grabando toda su cotidianidad, todos estos videos caseros, en donde estábamos realmente sumergiéndonos como voyeristas en la vida de Alberto, pero entonces también estaban todos los materiales públicos de Juan Gabriel porque en esta visión que él tenía, no solo él grababa su intimidad, sino que dentro de su equipo de trabajo también tenía un camarógrafo que siempre registraba al personaje público. Entonces, todo el tiempo estábamos pasando de lo privado a lo público, de lo público a lo privado y eso nos hizo realmente adentrarnos a las dos personalidades de nuestro personaje, a estos dos mundos”, explicó María José Cuevas.
El proyecto, originalmente concebido como una película convencional con entrevistas, se transformó en una ambiciosa serie de archivo debido a la magnitud del material encontrado. La familia de Juan Gabriel entregó su archivo personal, que incluía libretas, fotografías, audios y videos.
“Se hizo un trabajo titánico de recepción del material, la familia nos entregó todo su archivo personal que equivalen a 2000 tapes que se tuvieron que digitalizar, que también fue un trabajo de confianza, y fueron llegando también muchísimos archivos de audio, o sea, medio millón de archivos de audio, sus libretas personales, las letras de sus canciones. Entonces, originalmente iba a ser una película más convencional con entrevistas y con archivo. Después se tomó la decisión de hacer una serie de archivo porque era tanto lo que él dejó, que era imposible sacar escenas importantes de su vida, porque recibimos una mina de oro, era el tesoro más grande que se puede recibir como un documentalista, es el archivo personal de un icono como Juan Gabriel”, añadió María José Cuevas.

Las directoras y productoras describieron el archivo como una mina de oro, pero el resultado final representa una visión completa y auténtica tanto del personaje público como del hombre.
“También fue una investigación muy ardua que se hizo desde el equipo de investigación, pero realmente dejamos todo lo más importante, se mantuvo lo que nos parecía que eran los hitos de su historia, pero nos sentimos muy orgullosos y muy cómodas con el resultado, creemos que realmente es lo más importante para conocer la historia tanto pública como privada de Alberto y de Juan Gabriel y fue un trabajo editorial muy importante, fueron 21 meses de edición, un trabajo de paciencia absoluta de un equipo grande”, confesó Ivonne Gutiérrez.
Una de las facetas más valiosas que revela la serie es el proceso creativo de Juan Gabriel. El documental ofrece un vistazo a su método de composición, que era sumamente personal y orgánico.
“Y toda la parte musical, o sea, él componía mucho con su grabadora, tarareaba canciones, entonces encontrarte esos archivos que es como la semilla de una canción que de pronto se volvió un himno, encontrar las letras de sus canciones escritas por él mismo. Entonces esa es la faceta como privada de él al componer, porque él no es que haya tenido una educación musical, sino tenía un oído, y para mí era el mejor auto que ha dado México. Pero también verlo en el estudio con otros artistas, como con Rocío Durcal al entender estas dinámicas que realmente son magia. Entonces, toda esa parte creativa también es algo muy valioso que se puede encontrar en la serie”, puntualizó Laura Woldenberg.

