La tensión generada dentro del reality show La Granja VIP pasó el programa. En esta ocasión, la polémica gira en torno a Alfredo Adame, cuya actitud dentro de la competencia ha sido duramente criticada por la periodista de espectáculos Pati Chapoy, quien sin rodeos arremetió contra el participante y pidió su inmediata eliminación del programa.
Adame ha sido el protagonista de intensos enfrentamientos en el reality, consolidando alianzas controversiales con figuras como Eleazar Gómez y la recién eliminada Manola Díez.
Aunque el exconductor de Hoy inició su participación mostrando un semblante relajado y dispuesto a evitar conflictos, esta postura duró poco. Rápidamente se vio envuelto en estrategias y polémicas que lo han posicionado nuevamente en el centro de la controversia, dividiendo la opinión del público.
La rivalidad entre Adame y la producción de Ventaneando se hizo evidente cuando, en la emisión de este miércoles, Chapoy mostró su total inconformidad con el comportamiento del “granjero”. La conductora reaccionó específicamente a la teoría de Adame, quien ha argumentado que el resto de sus compañeros están en su contra y buscan “apagar su brillo”.
La respuesta de Chapoy fue tajante y sin filtro. La periodista desestimó por completo la existencia de tal “brillo” y fue directa al expresar su deseo de que el concursante abandone la competencia: “Ojalá que lo saquen. No tiene brillo ese hombre ya que lo saquen, punto. Es un majadero”, sentenció molesta la conductora, usando un calificativo contundente contra el participante por su conducta observada en el programa.
Este enfrentamiento mediático añade una nueva capa de controversia al historial de Adame. Las redes sociales ya estaban polarizadas por sus peleas constantes y sus alianzas estratégicas. Mientras una parte de los internautas lo apoya como figura polémica, otra lo ataca con vehemencia, calificándolo de “grosero”, “violento” y “ofensivo”.
La opinión de Pati Chapoy no hace más que confirmar el sentir de quienes consideran que su ciclo en La Granja VIP debe terminar, poniendo fin a la constante tensión que su personalidad imprime al concurso. La pelota está ahora en la cancha del público y la producción, quienes tienen la última palabra sobre el destino del polémico concursante.