En la era digital, donde la imagen tiene tanto peso como las palabras, la sonrisa se ha convertido en un componente esencial del bienestar y el estilo de vida. Detrás de algunas de las sonrisas más reconocibles de México se encuentra el doctor Arturo Arciniega. Este dentista, que ha redefinido la odontología estética y es un referente de estilo, ha logrado acumular más de un millón millones de seguidores y consolidarse como uno de los mayores exponentes en su campo.
Su clientela estelar incluye talentos como Diego Boneta, Esmeralda Pimentel, Héctor Herrera, Los Polinesios y Renata Notni, quienes han confiado en su experiencia para crear sonrisas que transmiten seguridad y autenticidad.
La cosmética, la petición más común
Al hablar de las solicitudes más frecuentes entre los artistas, Arciniega confirmó que la gran mayoría de sus pacientes llega por un tema cosmético. Sin embargo, enfatizó que la excelencia clínica precede a la estética. Siempre que un paciente llega al consultorio, se le realiza un diagnóstico médico clínico.
Solo después de este diagnóstico se determina si se puede proceder directamente a la parte cosmética, si es necesario atender primero algún tema de salud, o si ambos tratamientos pueden llevarse a cabo a la par. Hoy día, la cosmética es casi lo más demandado o solicitado por los pacientes.
El camino que llevó al odontólogo a ser un líder de opinión y a ganar la confianza de esta clientela de alto perfil se cimentó en la disciplina y en hacer lo mejor posible en todos los tratamientos, ofreciendo un trabajo personalizado de alta calidad.
Esto generó un sistema de referencias: en el medio de los actores y conductores, la gente se conoce, coincide en proyectos y se recomienda, resultando en un crecimiento gradual gracias a una buena referencia en el trabajo dental.
El lujo extremo: oro, diamantes y recios de 50 mil dólares
El especialista tiene un amplio conocimiento que abarca desde la odontología cosmética hasta la implantología avanzada. Sin embargo, cuando se trabaja con figuras públicas y poderosas, la odontología puede ascender a la gama del lujo y volverse un mercado costoso.
En esta gama de lujo, la tendencia más excéntrica es la joyería dental, conocida como grills, que implica la colocación de oro y piedras preciosas.
El oro, que tiene 80 o 100 años de historia en la odontología, está regresando, pues es una de las restauraciones más biocompatibles y nobles con la boca.
Actualmente, los diseños de lujo van desde colocar piezas de diamantes muy grandes hasta hacer piezas removibles de joyería que se asemejan a una pulsera o un reloj. Una de las ventajas de este nivel de joyería es la capacidad de hacer un diseño o render en 3D para escoger exactamente cómo quedará la pieza de alta joyería.
Aunque existe la opción de colocar diamantes con resina o grills pequeños que rondan los 30 mil pesos, también existen procedimientos que alcanzan cifras impresionantes.
A pesar de las “bendiciones” que trae el ojo público y las puertas que se abren, trabajar con figuras poderosas y famosas es un arma de dos filos y una responsabilidad grande que genera mucho estrés. El tiempo de estos pacientes es muy limitado y su tiempo es dinero.

