El enfrentamiento entre Fátima Bosch y Nawat Itsaragrisil encendió la conversación global en torno a Miss Universo 2025, convirtiéndose en uno de los temas más comentados previo la coronación de la mexicana en la 74ª edición del certamen. Sin embargo, una fuente cercana a la organización aseguró que todo habría sido un montaje diseñado para darle mayor visibilidad a la nueva Miss Universo.
Semanas antes de la final, un video difundido en redes sociales mostró el momento en que Nawat Itsaragrisil insulta a la representante mexicana. En las imágenes, Fátima responde con firmeza y sin perder la compostura, negándose a aceptar cualquier intento de humillación. Su actitud le ganó apoyo internacional e incluso un reconocimiento público por parte de la presidenta de México, quien destacó su valentía y carácter.
La viralización del clip tuvo una consecuencia inmediata: Nawat fue removido de su posición dentro del certamen y se convirtió en blanco de críticas y burlas a nivel global. La situación empeoró cuando surgió otro video en el que el delegado tailandés aparece disculpándose entre lágrimas, sin lograr revertir el rechazo creciente en redes.
¿La pelea entre Fátima Bosch y Nawat fue un montaje?
En una entrevista con TVNotas, una fuente anónima cercana a Miss Universo reveló presuntos privilegios que habría recibido Fátima Bosch rumbo a la final. Según el testimonio, la mexicana fue la única concursante con habitación individual, podía repetir tomas hasta que quedaran a su gusto, tuvo acceso a ensayar sus respuestas y su familia asistía a los ensayos a puerta cerrada, algo que no ocurría con las demás participantes.
Pero lo que más llamó la atención fue la insinuación de que el conflicto con Nawat podría haber sido parte de una estrategia planeada: “Cuando estalló lo de Nawat, la reacción fue la misma dentro del certamen en México: ‘esto huele a estrategia’. El presidente estaba enfocado en que Miss Universo generara más visibilidad, más números en redes y más engagement”.
La fuente añadió: “Cuando apareció esta polémica internacional, para muchos en producción fue imposible no pensar que todo estaba armado para limpiar la imagen de Fátima tras su coronación tan cuestionada. Todos lo sabíamos: no destacaba en pasarela ni en entrevistas, y su perfil no generaba impacto natural. ¿Entonces qué le quedaba? La polémica”.
Finalmente, concluyó: “Dentro del staff, la teoría más lógica fue que el escándalo con Nawat sirvió para eso: ponerla en boca de todos, mover números, atraer reflectores y posicionarla ante un público internacional. El objetivo era generar contenido, y esta jugada lo consiguió”.