La agrupación de rock indie The Quiet Brothers, conformada por Artur, Rocko, Sol, Diego y Kevin, concluye un fructífero año de lanzamientos con Learn to Lose, un álbum que es tanto una reflexión profunda sobre la mortalidad como un llamado a valorar el presente.
El disco, que es un homenaje a la ideología cultural que los mexicanos tienen hacia la muerte, aborda las percepciones que el ser humano tiene sobre el deceso y la relación que mantiene con esta transición.
Artur, compositor y líder del grupo, explicó que Learn to Lose trata de perder el miedo y encontrar la paz con la muerte, revisando los cambios, los decesos y los traslados a otro plano.
La banda, que canta en inglés y se formó en Ciudad de México, busca conectar con sus raíces mexicanas al tiempo que toca un tema universal.
Para The Quiet Brothers, el concepto de la muerte, si bien representa tristeza y nostalgia, puede ser visto como su opuesto: alegría y paz, o incluso como “una amiga, una amante”.
Esta perspectiva es crucial, pues la banda logra encontrar un poco de luz en medio de la oscuridad que la muerte representa, impulsando a valorar el presente.
El nombre del álbum, Learn to Lose (aprender a perder), encapsula esta filosofía, ya que, al respetar a la muerte, se valoran las enseñanzas que se tienen en la vida.
El álbum ha sido impulsado por varios cortes promocionales. El más reciente, ‘Take You for Life’, complementa el listado de canciones que se han ido conociendo a lo largo del año.
Este tema revisa “la relación tóxica que tenemos con la muerte, de no quererla ver nunca en la vida, querer escapar de ella, pero no poder”, describe Artur.
Anteriormente, la agrupación ya había lanzado ‘Whatever This Is’ como el primer focus track del material. Esta canción, que explora historias de deseos prohibidos y reglas sociales, ejemplifica cómo la banda utiliza estos temas universales y complejos.
El deseo de consumar “algo que no debe ser permitido” se presenta como una situación donde el control se pierde ante lo improbable, ligando el deseo de lo prohibido con la forma en que lidiamos con la muerte y las rupturas de la rutina.
Musicalmente, el quinteto mezcla el rock pop, el indie y el hard rock con tintes de grunge y emo, ofreciendo un sonido dinámico en temas como “Maneater”, “Unexpected”, “Take You for Life” y “Break Me”.
El lanzamiento de Learn to Lose marca la culminación de un proceso al que dedicaron bastante tiempo, incluso años. La grabación fue una experiencia muy buena y pesada, donde de 30 o 40 ideas originales tuvieron que reducir el material a 10 canciones, grabando en diferentes estudios dentro de la Ciudad de México y también en Monterrey.
Este año ha sido de intensa actividad, combinando estudio y presentaciones en diferentes venues de la capital, incluyendo el Metro.
Para The Quiet Brothers, tocar en vivo es “la culminación de todo”, y es el premio que reciben después de meses de preparación, viendo cómo la gente reacciona y se anima a “echar desmadre” con ellos.
A lo largo del año y medio que tardó la conceptualización y materialización del álbum, la banda experimentó una evolución musical y aprendió a ser más pacientes, a confiar en el proceso y, sobre todo, a disfrutarlo.
Su esencia innegociable se mantiene en la química grupal y en asegurarse de que ellos, como músicos, se diviertan primero para poder transmitir ese disfrute a la audiencia.
De cara al 2026, la banda, que se caracteriza por llevar la bandera de su música en inglés a otros lados, reitera su intención de llevar sus aguas a escenarios internacionales y compartir su perspectiva mexicana de la muerte.
Están abiertos a tocar en cualquier festival, con la mira puesta en grandes escenarios como el Vive Latino, Corona Capital o Pal Norte, pues desde el inicio buscan apuntar a foros masivos.
El objetivo final de The Quiet Brothers es conectar y disfrutar de la música, del presente y del aquí y ahora, intentando aliviar lo que suele ser visto como una de las peores partes de la vida a través de su arte.