Esta temporada navideña, Cinemex trae un regalo muy especial para toda la familia: el regreso de El Grinch (2000) a sus salas de cine. Bajo la dirección del visionario Ron Howard y con la inolvidable interpretación de Jim Carrey, esta película no es solo entretenimiento, sino una celebración del espíritu navideño que ha conquistado corazones generación tras generación.
A 25 años de su estreno, El Grinch vuelve a la pantalla grande convertida en un clásico moderno que despierta nostalgia, risas y una profunda reflexión sobre el verdadero significado de estas fiestas. No importa cuántas veces se haya visto: cada regreso es una invitación a reconectar con la infancia, con las tradiciones y con aquello que realmente importa.
El Grinch es mucho más que la historia de un personaje cascarrabias que busca arruinar la Navidad. Es una poderosa reflexión sobre la soledad, el rechazo, la empatía y la posibilidad de cambiar. Con su ingenioso humor, personajes entrañables y un final que abraza la calidez de la unión y la generosidad, la película se ha convertido en un símbolo de las tradiciones decembrinas en todo el mundo y, ahora, regresa en exclusiva a la pantalla grande.
Cinco claves que explican por qué El Grinch sigue siendo un clásico 25 años después
Jim Carrey y una actuación irrepetible
Jim Carrey brilla en su interpretación del emblemático personaje, llenándolo de irreverencia, emoción y humanidad. Su trabajo físico, gestual y emocional convirtió al Grinch en un personaje complejo, entrañable y profundamente humano. Esta actuación se mantiene como una de las más memorables de toda su carrera y como un referente absoluto del cine navideño.
Una historia sobre el rechazo y la redención
Detrás de la comedia y el colorido, El Grinch aborda temas universales: el dolor de sentirse excluido, el resentimiento que nace del abandono y la posibilidad de sanar a través del amor colectivo. Su mensaje sigue vigente en un mundo que, 25 años después, sigue necesitando empatía.
Un universo visual que hizo historia
El diseño de producción, la dirección de arte y el maquillaje marcaron un antes y un después en el cine familiar. Desde las casas coloridas y detalladas de Villa Quién hasta el paisaje mágico del Monte Crumpit, cada elemento visual está cuidadosamente pensado para envolver al espectador en una experiencia sensorial única. No es casualidad que la película haya ganado el Oscar a Mejor Maquillaje en 2001.

Nostalgia pura para varias generaciones
Cada escena está cargada de una magia que transporta al espectador a su niñez, a noches entre risas, pijamas, chocolate caliente y abrazos familiares. El Grinch no solo se ve: se siente. Su regreso al cine es también un reencuentro emocional con los recuerdos que construyen la Navidad de muchas generaciones.
El mensaje que nunca envejece
A 25 años de su estreno, el mensaje central de El Grinch sigue siendo tan poderoso como necesario: la Navidad no está en los regalos, las luces o el consumo, sino en la unión, la generosidad y la capacidad de compartir. En tiempos acelerados, la película invita a hacer una pausa y recordar lo esencial.
El Grinch regresa al cine: una tradición que se renueva
Celebrar el aniversario 25 de El Grinch en la pantalla grande no es solo un homenaje a una película, sino a una emoción colectiva. El clásico navideño vuelve para recordarnos que, incluso en el corazón más endurecido, siempre hay espacio para que crezca un poco más.
Porque hay historias que no pasan de moda… solo esperan diciembre para volver a brillar.
