El próximo 18 de diciembre, Avatar: Fire and Ash llegará a las salas de cine como uno de los estrenos más esperados del año. La nueva entrega de la saga dirigida por James Cameron continúa la expansión del universo de Pandora con nuevos retos para la familia Sully, consolidando una franquicia que ha marcado a la industria cinematográfica tanto por su ambición técnica como por la profundidad de sus historias.
Desde su estreno en 2009, Avatar se asentó como un fenómeno sin precedentes, no solo por su impacto en taquilla, sino por la manera en que redefinió el uso de la tecnología en el cine contemporáneo. James Cameron presentó un universo completamente nuevo: Pandora, un mundo exuberante que funciona como escenario y metáfora de temas universales como la relación entre el ser humano y la naturaleza, el colonialismo y la lucha por la identidad.
Con Avatar: The Way of Water (2022), la saga amplió su mitología y profundizó en el componente emocional de sus personajes, explorando los lazos familiares, la pérdida y la adaptación al cambio. Esta segunda entrega confirmó que la franquicia no solo apuesta por el espectáculo visual, sino también por una narrativa cada vez más madura, sentando las bases para una tercera parte que promete ser aún más compleja y desafiante.
En este nuevo capítulo, Avatar: Fire and Ash se perfila como un punto de inflexión dentro de la historia de Pandora. Para conocer más sobre la evolución de este universo y los nuevos conflictos que se avecinan, Publimetro conversó con Sigourney Weaver, una de las figuras clave de la saga desde sus inicios, y con Oona Chaplin, quien le da vida a Varang, la villana de esta entrega que aporta una tensión inédita y decisiva al relato.

Una nueva etapa en Pandora: Avatar: Fire and Ash
Avatar: Fire and Ash marca un nuevo capítulo en la ambiciosa saga de James Cameron, uno que, además del despliegue visual característico de la franquicia, profundiza en conflictos emocionales, familiares y éticos. Así lo describe Sigourney Weaver, quien subraya que esta tercera entrega vuelve a ofrecer una experiencia inmersiva total, pero con un trasfondo profundamente humano.
“James Cameron nos ha dado otra experiencia física verdaderamente fenomenal. Estás por todo Pandora, volando, sumergiéndote, pero la película está impregnada de temas que son muy importantes para él”, señala la actriz. Entre ellos, destaca “cómo una familia enfrenta la pérdida de un hijo; una familia multirracial y las tensiones que eso conlleva”. Para Weaver, la historia también interpela directamente al espectador: “Surge la pregunta de en qué momento dices ‘ya basta’ y te levantas para proteger el mundo natural, que es tu mundo”.
La actriz conecta estos temas con su propia trayectoria, recordando su interpretación de Diane Fossey: “Entendí muy rápido que para ella todas las criaturas del planeta tenían los mismos derechos a este mundo. Y que actividades como la minería, la construcción de presas y todas esas cosas que hacemos y que destruyen hábitats, tanto para los humanos como para otras especies, simplemente tienen que detenerse”.

James Cameron, la mente maestra detrás de Avatar
Para Oona Chaplin, incorporarse al universo Avatar significó también trabajar de cerca con un director al que considera una figura clave en su vida. “James Cameron es una gran inspiración en mi vida y un hombre al que quiero mucho”, afirma. “Es una persona de enorme integridad, y de ahí tomé muchas cosas para Varang. El poder de su palabra no viene de quién es, sino de la coherencia entre lo que dice, lo que hace y lo que siente”.
Chaplin destaca además el ambiente que Cameron ha construido en el set: “Ha creado un espacio de confianza, de familia, de lealtad y de apoyo que es inigualable. Avatar ha sido una experiencia única para mí y él es un gran maestro”.
Sigourney Weaver coincide en la dimensión casi irrepetible del proyecto. “Es una saga profunda y significativa, además de una aventura física increíble. No puedo creer que hayamos hecho esta película; para mí se ve imposible. Cuesta creer lo que estás viendo”.
Sobre el proceso actoral, Weaver subraya su carácter casi artesanal: “Somos la parte menos tecnológica de todo esto. Estamos en un volumen vacío, solo nosotros, Jim Cameron y prácticamente nada de tecnología alrededor. Es como volver a cuando eras niño y podías imaginar mundos. Ahora conocemos esos mundos y realmente existimos en ellos, en una experiencia actoral muy pura”.

Varang, la fuerte villana de Pandora
Uno de los grandes añadidos de Fire and Ash es Varang, personaje interpretado por Oona Chaplin, líder del agresivo Pueblo de la Ceniza. La actriz explica que Cameron concibe a sus antagonistas desde la complejidad, no desde un enfoque simplista. “James Cameron construye personajes muy complejos. Tiene un don especial para unir la curiosidad con el corazón y con la conciencia, y para mostrar lo contradictorios que podemos ser como seres humanos”.
Chaplin detalla que, al construir a Varang, el eje fue su dolor: “Para mí fue muy importante centrarme y priorizar su dolor. Es un dolor enorme, casi inimaginable, y de ahí nace toda su forma de ser”. Aun así, aclara que la película no busca justificarla. “Las motivaciones se pueden comprender, pero eso no significa estar de acuerdo con los hechos. Varang no está haciendo lo correcto y eso le cuesta mucho en su vida. Se le comprende, pero no se le perdona”.
La actriz añade una lectura más introspectiva del personaje: “Todos tenemos algo de Varang. La película nos permite reconocer la ira y la furia como máscaras. Si rascamos debajo de esa furia, encontramos algo más frágil y vulnerable. Es algo que ella encarna y que también puede ayudarnos a reconocernos a nosotros mismos”.

¿Cuál es el aprendizaje de la historia?
Para Sigourney Weaver, Avatar: Fire and Ash funciona como una advertencia directa sobre el rumbo de la humanidad. “Me da miedo pensar que somos como la gente del cielo: que en algún punto iremos al espacio y destruiremos un planeta solo para extraer ciertos elementos o matar criaturas hermosas para enriquecer a unos cuantos”, afirma. “La película realmente nos pone un espejo frente a lo que estamos haciendo en el planeta”.
La actriz es especialmente crítica con el retroceso en políticas ambientales: “Las corporaciones están eliminando leyes de protección que han tomado años construir. La película plantea con fuerza la pregunta: ¿en qué momento dices ‘ya basta’? ¿En qué momento te levantas? Y es importante no esperar demasiado”.
Oona Chaplin complementa esa visión al señalar que la película no impone conclusiones. “Lo valioso de esta historia es que no nos da respuestas, nos plantea preguntas”, explica. Entre ellas, menciona los dilemas sobre la guerra, la familia y la responsabilidad colectiva. “¿Existe un momento correcto para levantar las armas? Yo soy pacifista y esa pregunta me incomoda mucho”, reconoce, subrayando la complejidad de los temas que atraviesan la cinta.

¿Por qué ver Avatar: Fire and Ash?
Más allá de sus reflexiones, la tercera entrega de Avatar también apuesta por una experiencia cinematográfica total. “La he visto cuatro veces y aun así estoy al filo del asiento durante las tres horas completas”, confiesa Sigourney Weaver. “Es una experiencia enorme que solo puede vivirse en una sala de cine”.
La actriz concluye que la intención de Cameron es clara: “Que entendamos que la Tierra necesita que demos un paso al frente”. Oona Chaplin lo resume desde otro ángulo: “Es una película rica y compleja, pero al mismo tiempo muy divertida y una gran aventura”.


