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Fernando Del Solar ya come pero aún “no puede hablar”, dice Bigorra

La conductora y amiga del argentino publicó un largo mensaje en Instagram revelando que él enfrenta su crisis de salud con mucha “garra” y “fuerza de voluntad”

Raquel Bigorra aprovechó las redes sociales para informar al mundo sobre la recuperación del conductor de Fernando del Solar, quien lleva cerca de un mes hospitalizado por una crisis de salud derivada del linfoma de Hodgkin que padece.

Bigorra, una de las pocas amigas de Del Solar que lo han visitado durante su estancia en una clínica, asegura que su ex compañero en «Venga la alegría, «está haciendo terapia allí en el hospital y no dudo que en cualquier momento nos dé la sorpresa y le den el alta».

Con un largo mensaje en su cuenta de Instagram, Raquel reveló que Fernando se mantiene de buen humor y bromea tanto con las enfermeras de terapia intensiva que «las trae cacheteando las banquetas». Entre otros detalles, la cubana asegura que el argentino puede comer de todo, menos lácteos, y que le ha pedido algunas cosas de comer, aunque «todavía no puede hablar. Conmigo lo hace mediante el chat del celular».

La conductora también agradeció a los fans por los mensajes de apoyo que le envían a Fernando del Solar y que le ayudan a mantenerse optimista pese a la gravedad de su condición.

Este es el mensaje completo de Raquel sobre Fernando del Solar:

«@ferdelsolaroficial sigue en el hospital, pero con ánimos de salir de ésta. Así nació, positivo y de buen humor. La gente es como es y no cambia su esencia, aunque la vida a veces nos dé un giro de 180 grados. Por eso, tuve plena confianza en sus palabras cuando me dijo ‘De aquí saldré más fortalecido que nunca’.

A mi amigo, Dios le dio el don de caerle bien a todos. Tiene un ángel que enamora y por eso es tan querido por el público. Ahora que ha necesitado del cariño, oración y apoyo, su gente no le ha fallado. El Twitter está más movido que nunca, y él personalmente lee cada una de las palabras que le dedican sus fans. Eso lo mantiene motivado y con apetito.

Así como lo oye, la recuperación de nuestro Fer es tan buena que ya está comiendo. Nos lo consienten como todo un rockstar en el hospital, así que, aunque lleva una dieta blanda, también le dan chance de antojitos. Menos lácteos, de todo puede.

Y cómo no lo van a consentir si ya se ganó a las enfermeras. Todavía no puede hablar, pero él se las arregla para hacerlas reír. Hoy cumple 23 días en el hospital. La primera semana estuvo sedado, pero en cuanto se pudo mover, pidió un pizarrón para comunicarse. Conmigo lo hace mediante el chat del celular y no me cuenta chistes porque ya me sé todo su repertorio, pero al personal femenino de terapia intensiva las trae cacheteando las banquetas. Lo digo con cariño, pues él me contó que las trae muertas de risa con sus chistes. Se los escribe en el pizarrón y anda haciendo ‘El show de Fer’ en su habitación.

El lunes me pidió algo dulce y le llevé un strudel de manzana. El martes me dijo que quería una chupa chups. ‘Esas paletas de dos y tres colores chiquitas. De esas quiero’, me compartió. Me dio mucha ternura y alegría. ¿A poco no es lo máximo Fer? Es un ser humano maravilloso. Siempre lo sentí noble y risueño, pero desconocía la fuerza de voluntad y la garra que tiene para pelear por la vida y mantenerse positivo. Está haciendo terapia allí en el hospital y no dudo que en cualquier momento nos dé la sorpresa y le den el alta. En casa lo queremos mucho.»

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