Llegan la temporada de descuentos y, con ella, la oportunidad de renovar esos grandes aliados del hogar: el refrigerador y la lavadora. Las ofertas pueden ser muy atractivas, pero antes de sucumbir al impulso de un precio rebajado, es crucial analizar qué necesitas. Una compra inteligente no solo es enfoca en ahorrar dinero al momento, sino se enfoca en el largo plazo para cuidar el consumo de energía y agua.
Esta es una inversión significativa, por lo que transformar el entusiasmo en una decisión informada es la clave para aprovechar realmente las promociones.

El refrigerador: el corazón de la cocina
Antes de medir los descuentos, mide tu cocina. El error más común es comprar un refrigerador que no cabe por la puerta o en el espacio asignado. Mide alto, ancho y profundidad del hueco, pero también los accesos por donde tendrá que pasar.
El segundo factor es la capacidad, que se mide en litros o pies cúbicos ¿Vives solo o con familia? Para una o dos personas, uno de 11 pies cúbicos puede bastar, pero una familia de cuatro o más necesitará, por lo menos, 20 pies cúbicos. Luego, define el tipo que se ajusta a tu uso:

- Top Mount: Con el congelador arriba, es el modelo clásico y suele ser más económico.
- Bottom Mount: El congelador está abajo, dejando los alimentos frescos a la altura de la vista, lo que resulta más cómodo.
- Side by Side: De dos puertas verticales, son ideales para cocinas estrechas y a menudo incluyen dispensadores de agua y hielo.
- French Door: Combinan dos puertas para el refrigerador y uno o dos cajones inferiores para el congelador. Son los más espaciosos y versátiles.
Finalmente, el punto más importante a largo plazo: la eficiencia energética. Busca la etiqueta del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica o la norma NOM. Un refrigerador con tecnología Inverter ajusta la velocidad del compresor, ahorrando hasta un 40% de energía comparado con uno convencional y reduciendo el ruido. Es una inversión inicial que se paga sola en los recibos de luz.

La lavadora: eficiencia y cuidado de la ropa
En el mundo de las lavadoras, la primera decisión es entre carga superior y carga frontal.
- Carga Superior: Son las tradicionales, más cómodas para agregar ropa a mitad del ciclo y generalmente más económicas.
- Carga Frontal: Aunque su costo inicial es mayor, son las reinas de la eficiencia: usan significativamente menos agua y energía. Además, cuidan más la ropa y sus altas revoluciones de centrifugado dejan las prendas más secas.
La capacidad se mide en kilogramos de ropa seca. Una pareja puede arreglárselas con 10 o 12 kilos, pero si en casa lavan cobijas, edredones o son una familia numerosa, lo ideal es buscar capacidades de 17 kg o más.
Al igual que en los refrigeradores, la tecnología Inverter en lavadoras reduce el ruido y el consumo eléctrico. Revisa los ciclos de lavado que ofrece: ¿necesitas un ciclo rápido, uno para ropa delicada, o uno de vapor para desinfectar?
Antes de pagar, no olvides preguntar por los costos de instalación y, sobre todo, por la garantía. Un descuento es bueno, pero una compra que se ajusta a tus necesidades reales es una victoria completa.

