Casa Malva es el único laboratorio en Guanajuato en fotografía análoga. El proyecto emprendido por Bryan López, David Tafoya y Annette Torres cumplió un año y mostró el trabajo de 15 fotógrafos locales para impulsar este tipo de fotografía.
Bryan López contó a Publimetro cómo ha sido el camino para “regresar a los inicios”, cómo ante el avance de la inmediatez, ellos decidieron ver hacia otro lado y recuperar el arte del revelado y compartir en comunidad esta técnica.
¿Qué es Casa Malva?
Esta primera exposición se hizo sobre el marco del primer aniversario de Casa Malva. Casa Malva es un laboratorio de fotografía análoga. Procesamos rollos de 35mm, de 120mm y 110 mm; son los formatos que nosotros revelamos. Hay una sede aquí en León y otra sede está en Guanajuato Capital. Por el primer aniversario, en Guanajuato se hizo una exposición y aquí en León nosotros realizamos una convocatoria al público y donde los únicos requisitos eran enviaran sus fotografías y quienes procesaron sus trabajos con nosotros y si se hizo una selección de 15 artistas.
Quienes comenzamos el proyecto pues soy yo y mi socio David Tafoya, a raíz de una amistad y también por el gusto a la fotografía análoga. Lo que hacemos es revivir este arte que poco a poco se ha ido dejando, porque justo lo dices, con la digitalización y conforme va avanzando la tecnología poco a poco va perdiendo todo este trasfondo que desde 1800 que empezó la fotografía. Durante este proceso ha cambiado muchísimo y al menos en los últimos 30 años a partir de la llegada de la fotografía digital en los 70 esto cambió todavía más y entonces es regresar a los inicios de la fotografía.
¿Cuál fue el eje temático en este primer aniversario?
El tema fue sobre retrato en cualquiera de sus de sus ámbitos, pedimos que fuera una fotografía que resaltará la persona, al ser humano independientemente de la actividad que estuviera realizando y que ese fuera el punto de interés.
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Hay un avance hacia la digitalización, pero no a su caso, vuelven a ese procedimiento artesanal, ¿Por qué?
Tengo un poco más de 7 años en la fotografía, pero en la fotografía análoga tengo 4 años y desde que lo descubrí pues me voló la cabeza. Él rollo solo tiene 36 fotos y cada foto cuesta y tienes que ser muy preciso, no fallar porque no vas a poder ver si la foto te quedó desenfocada o si le faltó luz. También es incentivar a generar más comunidad aquí en el Bajío porque somos el único laboratorio que actualmente trabaja con este proceso y justo por eso nació.
A muchos jóvenes que no les tocó, pero se están interesando en esta forma de hacer fotografía. Regresar a los inicios un poco y la verdad es que la comunidad es muy amena.
¿Cualquier persona se puede acercar con ustedes?
Siempre estamos abiertos ayudar a la gente, por ejemplo, en Instagram que es donde estamos más activos, siempre recibimos mensajes y preguntas de, por ejemplo, nos preguntan ¿esta cámara para qué es?, ¿qué rollo necesita? o tengo una cámara que fue de mi abuelo y no sé si funciona y me gustaría empezar en la fotografía análoga. Siempre estamos muy abiertos a este tipo de preguntas para resolverlas y ayudarles e impulsarlos hasta que se animen, porque el primer rollo es el más importante porque donde te despierta el interés.
También hacemos caminantes fotográficas. Estamos subiendo a nuestras redes “vamos a caminar tal día, este es el punto y caminamos hacia otro”. Entonces pues se genera comunidad para convivir, salir a la calle a buscar la fotografía; porque si uno está encerrado nunca vas a tomar las fotos que te gustarían. Tienes que salir para descubrir las fotos y que las fotos aparezcan.