Luego de años de planeación y retrasos, la obra del Acueducto Solís–León comenzará finalmente este mes de julio, según confirmó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se trata de una de las infraestructuras más esperadas en la región, ya que busca garantizar el abasto de agua potable para más de 1.8 millones de habitantes.
El anuncio se dio durante la conferencia matutina presidencial, donde se detalló que el acueducto tendrá un costo estimado de 15 mil millones de pesos y beneficiará directamente a León, Celaya, Irapuato, Salamanca y Silao, los municipios más poblados del corredor industrial del estado.
Una obra estratégica para combatir la sequía
El agua provendrá de la Presa Solís, a través de la tecnificación del Distrito de Riego 011. Con ello, se espera obtener un volumen de casi 120 millones de metros cúbicos anuales destinado exclusivamente al consumo humano. Además, se contemplan obras complementarias como plantas de bombeo, redes de distribución y tanques de almacenamiento, todo coordinado entre municipios, gobierno estatal y la federación.
El proyecto, parte del Plan Nacional Hídrico 2024–2030, es considerado estratégico para enfrentar la crisis hídrica del Bajío, una región severamente afectada por la sequía en los últimos años. Se estima que la construcción se extenderá por al menos dos años y medio.
Contempla una línea de conducción de entre 140 y 200 kilómetros, capaz de transportar hasta 4 mil litros de agua por segundo, desde la presa hasta tanques de almacenamiento en los municipios beneficiados. La obra incluye también una planta potabilizadora y sistemas de distribución para consumo urbano.