Con una firma de convenio y un llamado a mantener viva la memoria histórica, el Gobierno de Guanajuato y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reafirmaron su compromiso con la conservación del patrimonio cultural en los 46 municipios del estado.
El evento se realizó en el Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas, con motivo del 55 aniversario del Centro INAH Guanajuato, donde autoridades estatales, federales y locales coincidieron en la importancia de preservar la historia como parte de la identidad colectiva.
Un acuerdo con impacto regional
Durante la ceremonia, se firmó un nuevo Convenio de Colaboración entre el Gobierno del Estado y el Centro INAH Guanajuato. El objetivo es unir capacidades y recursos para fortalecer el cuidado, la protección y la difusión del patrimonio cultural, desde zonas arqueológicas hasta inmuebles históricos.
Este convenio se enmarca en una relación de cooperación histórica, ejemplificada en instrumentos como el Fideicomiso FIARCA, modelo único en el país que ha permitido la operación y conservación de sitios como Plazuelas, Peralta, Cañada de la Virgen y El Cóporo.
Más de cinco décadas de trabajo cultural
Desde su llegada al estado en 1970, el INAH ha documentado más de 6,500 monumentos históricos y ha sido clave para la inscripción de sitios de Guanajuato en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Para el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, Guanajuato representa un punto clave por sus culturas milenarias. “Es un estado donde las culturas originarias siguen presentes y aportan al mosaico pluricultural de México”, afirmó.
Justicia y cultura en un mismo espacio
Como parte del programa, también se realizó el panel “El Legado de la Justicia: Reflexiones sobre el Rol de la Abogada y Abogado en el Gobierno de la Gente”, en el marco del Día de la Abogacía. Ahí se destacó la importancia de que el ejercicio jurídico esté ligado al acceso a la memoria, la identidad y los derechos culturales.
Con este acto, Guanajuato no solo conmemora el trabajo del INAH, sino que refrenda su apuesta por una cultura viva y compartida, donde el pasado no se archiva, sino que se protege y se transmite.