En una noche llena de emoción y nostalgia, La Dama de las Camelias, bar emblemático de Guanajuato, rindió homenaje a su fundadora, María de Jesús López González, “Chuyita”, con la develación de un retrato realizado por el artista plástico Rico.
La obra, que retrata a Chuyita en su adolescencia, destaca por su gran técnica y realismo, y logra capturar como pocas veces la mirada fuerte y serena de una mujer originaria de los Altos de Jalisco, cuya historia se entrelaza con la del propio bar.
El cuadro fue colocado en la parte alta, detrás de la barra, como si ella misma siguiera observando cada noche de baile, custodiando el lugar donde desde hace más de 36 años confluyen generaciones de músicos, bailarines y artistas.
“Siempre he estado desde el día uno, detrás del negocio y de su funcionamiento. Chato vivió en Chicago y ahí aprendió la música tropical y la trajo... yo no sé bailar, solo sé observar”, recordó Chuyita, esposa del fundador conocido como “Chato”. Paradójicamente, la mujer que impulsó uno de los templos de la salsa y la cumbia no disfruta de bailar, pero su presencia ha marcado el ritmo del lugar desde su origen.
Bar emblemático de Guanajuato
La Dama de las Camelias es más que un bar: es un punto de encuentro donde, cuando se apaga la música en otros sitios, la fiesta sigue viva. Entre chelas, cumbias y pasos de salsa, conviven estudiantes, intelectuales, artistas y amantes de la música popular.
El espacio fue fundado originalmente por el cineasta Juan Ibáñez (Los Caifanes, 1967) y conserva su estética cinematográfica con retratos, carteles, utilería y vestuarios del cine mexicano.
Con este retrato, La Dama de las Camelias celebra la historia de una mujer discreta pero esencial, que ha mantenido encendida la música, el movimiento y la memoria de Guanajuato.