Durante la conferencia matutina de este jueves, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió el proyecto del Acueducto Presa Solís–León, obra que abastecerá de agua potable a Guanajuato y que ha generado inconformidades entre productores del Distrito de Riego 011, en Acámbaro.
Al ser cuestionada sobre las protestas de agricultores que acusan desvío de agua, Sheinbaum aclaró que la obra no le quita agua a ningún estado y forma parte del Plan Nacional Hídrico 2024–2030.
“Es un ducto que se está haciendo; el estado de Jalisco plantea que se le va a quitar agua, cosa que no es así. No tiene que ver con quitarle agua a nadie, sino sencillamente aprovecharla de mejor manera para llevar agua a esta ciudad que ha crecido de manera importante”, expresó la mandataria.
El proyecto, impulsado por el Gobierno de Guanajuato y la Federación, contempla una inversión de 15 mil millones de pesos, de los cuales el 50 % será aportado por la Federación. El resto provendrá del estado y de los municipios beneficiados, entre ellos Celaya, Irapuato, León, Silao, Villagrán, Tarimoro, Salamanca, Cortazar, Salvatierra y Acámbaro.
La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo hace unos meses informó que este mismo año iniciará la construcción de los primeros 10 kilómetros del acueducto, que en total sumará 200 kilómetros y será ejecutado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Estamos dando un paso muy importante para garantizar este derecho humano fundamental de acceso al agua”, señaló la gobernadora durante esa reunión con autoridades federales y municipales en la XII Región Militar, en Irapuato.
El acueducto Solís–León busca resolver el suministro de agua potable en la zona del Bajío y dar certidumbre hídrica a los municipios industriales de la región.