En el 115 aniversario de la Revolución Mexicana, Guanajuato es uno de los estados donde quedaron marcados episodios clave del conflicto armado. Desde cuarteles improvisados hasta ciudades convertidas en centros de mando, varios municipios conservan huellas visibles de 1910 a 1917.
León: ciudad tomada por la División del Norte
En 1915, León se convirtió en una de las sedes estratégicas de Francisco Villa. Durante cerca de seis meses, la ciudad funcionó como centro político y militar del villismo, además de escenario de intensos enfrentamientos en sus alrededores.
Uno de los espacios más emblemáticos es la Casa de las Monas, una residencia neoclásica en el Centro Histórico que Villa utilizó como cuartel general. A unos metros, el Templo de San Juan de Dios conserva en su fachada impactos de bala que permanecen como testigo directo de los combates.
Celaya: donde se definió el rumbo de la guerra
Entre el 6 y el 15 de abril de 1915, Celaya fue sede de uno de los episodios militares más decisivos del conflicto: las Batallas de Celaya. En ellas, las tropas constitucionalistas lideradas por Álvaro Obregón vencieron a la División del Norte y frenaron su avance, alterando el equilibrio de fuerzas de la Revolución.Las trincheras, los campos y las rutas militares alrededor de la ciudad forman parte del patrimonio histórico que recuerda aquel parteaguas.
Guanajuato Capital: tránsito de tropas y episodios documentados
Aunque la capital del estado no vivió un nivel de violencia tan intenso como otras regiones, sí recibió la presencia de grupos villistas en distintos momentos.El edificio de la Alhóndiga de Granaditas, más asociado a la Independencia, forma parte del recorrido histórico del estado y alberga museografía que contextualiza distintos periodos, incluida la Revolución.Asimismo, el Museo Palacio de los Poderes ofrece exposiciones y documentos que muestran la vida política del país en esos años.
Valle de Santiago: movimientos locales y participación regional
En el Bajío, Valle de Santiago registró actividad significativa durante el Porfiriato y los primeros años de la Revolución. Desde aquí se organizaron movimientos armados locales y se articularon redes de apoyo a distintas facciones revolucionarias.

