El Congreso del Estado de Guanajuato aprobó este jueves las reformas al Código Civil que reconocen el matrimonio igualitario, al redefinir la figura como la “unión libre de dos personas” y sustituir las referencias de “marido y mujer” por “cónyuges”.
Con esto, el estado se alinea finalmente a los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que desde hace casi una década declaró inconstitucional cualquier restricción basada en sexo u orientación sexual.
La votación—cerrada, polarizada y bajo presión social—representa uno de los movimientos legislativos más significativos en décadas para Guanajuato.
Argumentos a favor: dignidad, igualdad y fin al agravio histórico
La diputada María Eugenia García Oliveros defendió el dictamen como un acto de homologación jurídica y reparación simbólica para quienes han vivido “bajo la sombra de la humillación y la identidad negada”. Señaló que las reformas amplían oportunidades de felicidad al reconocer a todas las formas de familia y fortalecen la institución matrimonial al fundamentarla en respeto, igualdad y ayuda mutua.
Sandra Alicia Pedroza Orozco sostuvo que Guanajuato salda “una deuda histórica” y rompe inercias para ponerse “del lado correcto de la historia”, afirmando que el amor debe ser un derecho sin filtros y que la ley no puede ser un muro, sino una puerta abierta hacia la igualdad.
El diputado Sergio Contreras calificó como injusto excluir a personas LGBT+ del matrimonio y recordó que la Corte ha sido clara: las parejas del mismo sexo cumplen con los fundamentos jurídicos y sociales del matrimonio. “No se puede poner la etimología por encima de los derechos”, señaló.
Argumentos en contra: semántica, tradición y negación de discriminación
La diputada Susana Bermúdez Cano votó en contra al afirmar que el Código Civil “no es discriminatorio” y que definir el matrimonio como unión entre hombre y mujer nunca excluyó derechos. Consideró que la reforma no fortalece el marco jurídico y que alterar instituciones “esencialmente sociales” no era necesario.
Desde una postura distinta, Karol Jared González Márquez defendió la importancia del significado tradicional de las palabras y el origen etimológico de “matrimonio”, aunque admitió que, por criterios de la Suprema Corte, una figura jurídica diferente para parejas del mismo sexo era inviable. Su voto fue diferenciado, sin rechazar los derechos, pero debatiendo los términos.
El diputado Jorge Arturo Espadas pidió respeto a los votos distintos, subrayó la igualdad de todas las personas “desde la concepción hasta la muerte natural” y llamó a no descalificar posturas contrarias.
Un giro político en un Congreso que votó dividido
La aprobación se dio por mayoría, reflejando la correlación de fuerzas de una sesión marcada por tensiones internas, discursos cruzados y presión de colectivos que llevan más de una década litigando, marchando y exigiendo reconocimiento estatal.
El cambio en el Código Civil convierte a Guanajuato en uno de los últimos estados del país en legislar el matrimonio igualitario, cerrando un ciclo de rezago frente a sentencias federales que ya obligaban al reconocimiento.

