Guanajuato enfrenta un problema de desperdicio de agua más que de escasez, y la apuesta institucional es recuperar hasta 55% del volumen que hoy se pierde por ineficiencias en riego y conducción, de acuerdo con información difundida por el diario español El País, en el contexto del proyecto hídrico Solís-León.
De acuerdo con un reportaje del diario español El País, el secretario del Agua y Medio Ambiente del estado, José Lara Lona, señaló que la entidad enfrenta un problema estructural de ineficiencia hídrica, más que de disponibilidad, y que la apuesta institucional está centrada en la tecnificación del campo.
“Un 55% del agua hoy se tira; esa es el agua que se busca recuperar”, afirmó el funcionario en entrevista con el medio español, considerado uno de los referentes informativos de mayor alcance en lengua española.
Tecnificación como eje del ahorro
Según lo expuesto, la estrategia contempla dos frentes: el revestimiento de canales de riego, con ahorros estimados de 25% a 40%, y la modernización de parcelas mediante riego por aspersión, goteo o nivelación de tierras, con eficiencias de 30% a 50%, sin costo para productores con menos de cinco hectáreas.
El agua recuperada se destinaría al acueducto que conectará la presa Solís con Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León, a lo largo de más de 200 kilómetros, con una inversión estimada de 15 mil millones de pesos.
Conflicto social y reservas de información
El proyecto ha generado oposición de agricultores, ambientalistas y organizaciones civiles, que cuestionan la reserva de información oficial por cinco años y la falta de una consulta previa, libre e informada. Algunos colectivos han advertido que la obra podría profundizar desigualdades territoriales en el acceso al agua.
El Gobierno estatal ha respondido que no existe despojo de volúmenes hídricos, ya que la distribución depende del Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, y que los estudios ambientales no han determinado daños irreversibles.
