En Guanajuato, la educación no se detiene ni siquiera en los momentos más difíciles. Durante 2025, el programa Aula Hospitalaria de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) superó las mil atenciones educativas, al tiempo que amplió su cobertura al Hospital General de Acámbaro, sumándose a los servicios ya operativos en Celaya, Irapuato, Guanajuato capital y León.
A través de la Delegación Regional VII, el Aula Hospitalaria de Acámbaro se ha consolidado como un espacio clave para garantizar la continuidad escolar de niñas, niños y adolescentes de entre 2 y 17 años que reciben tratamiento médico. Actualmente, el programa brinda acompañamiento educativo continuo a más de 50 estudiantes, además de atender casos de apoyo ocasional durante estancias hospitalarias.
El modelo ofrece una educación flexible, personalizada y sensible a la condición de salud de cada paciente, permitiendo que las y los estudiantes mantengan su vínculo con la escuela mientras atraviesan procesos de recuperación.
La delegada regional de Educación VII, Verónica Orozco, subrayó el valor social de esta estrategia:
“El Aula Hospitalaria nos recuerda que la educación debe llegar a todas partes y en todo momento. Es un derecho que debe sostenerse incluso en los momentos más difíciles”
— Verónica Orozco, delegada regional de Educación VII
Más allá de lo académico, el Aula Hospitalaria funciona como un espacio de contención emocional. En él, las y los pacientes pueden aprender, jugar, expresarse y recuperar rutinas escolares, lo que contribuye de forma positiva a su estado anímico.
El impacto del programa se fortalece gracias a la coordinación con áreas de psicología, nutrición y trabajo social del Hospital General de Acámbaro. Esta atención integral ha permitido avances concretos en lectura, escritura, cálculo matemático y uso de herramientas digitales, incluso durante tratamientos médicos prolongados.
Con esta ampliación, asegura el gobierno de Guanajuato, reafirman su compromiso de garantizar el derecho a la educación en cualquier circunstancia, asegurando que ninguna niña, niño o adolescente quede fuera del aprendizaje, aun en contextos de hospitalización.