La ciudad de Guadalajara necesita con urgencia entrar a la revisión de un segundo acueducto entre Guadalajara y el Lago de Chapala si es que se quiere garantizar el abasto de agua para la metrópoli para los próximos años.
Académicos de la Universidad Panamericana mencionan que un segundo acueducto no sería para sacar más agua del lago, sino porque el existente es obsoleto y después de 30 años ha perdido capacidad de traslado, lo que coloca a la ciudad en una situación de estrés hídrico.
Explicó que esta situación debe considerarse porque los pozos tampoco dan el abasto suficiente de agua que requiere la ciudad. “Hay lugares donde se tienen problemas de calidad del agua como la zona de Toluquilla en Tlajomulco, que el agua ya viene con fierro, manganeso, gruesa, entonces hay que remover estos sedimentos del agua y eso implica un costo adicional”, explicó el académico de la UP.
Advirtió que se debe garantizar el suministro de agua a la ciudad a corto y mediano plazo, lo que implica impulsar el proyecto para traerla desde El Zapotillo.
Mencionó que ante el escenario actual se deberá continuar con las gestiones con la federación para que los recursos destinados a las obras lleguen en tiempo y forma, así como con las gestiones para el aprovechamiento del río Juchipila.
De igual manera, subrayó la importancia de la recuperación de caudales de la red de distribución de agua, así como “blindar” las zonas de recarga de las aguas subterráneas que se vean amenazadas por la creciente urbanización.
El doctor Hugo Briseño expresó que una de las posibles soluciones para la situación actual y las venideras, es “cambiar la forma de pensar en general en las políticas públicas y generar ciudades sensibles al agua, ciudades que respeten el ciclo del agua (…) es un milagro el hecho de que abramos la llave y salga”. Recalcó también, acerca de la importancia en el suministro, alcantarillado, drenado y el respeto por el ciclo del agua en las ciudades.
Otras posibles soluciones son la disminución de consumo, la reparación de fugas, captación de agua de lluvia (además de su reúso e infiltración), el cuidado de los bosques y fomentar el crecimiento de ciudades que tengan más agua.