Senadores de Movimiento Ciudadano presentarán una iniciativa para eliminar el llamado impuesto rosa que se aplica a varios productos, sólo por estar enfocados al sector femenino. La medida es porque se argumenta, implica una violación a los principios de igualdad.
La iniciativa reformaría los artículos 1, 25 Bis y 58 de la Ley Federal de Protección al Consumidor y es presentada por el senador Clemente Castañeda Hoeflich.
El impuesto sexista, impuesto rosa o “pink tax” es definido como el sobreprecio aplicado a las mujeres en productos similares a los que los hombres compran, a partir de estrategias mercadológicas consecuencia de la vinculación entre las mujeres y el hogar.
Un problema a nivel global
Según datos obtenidos para la presentación de la iniciativa, en Canadá, las mujeres pagan 43% más que los hombres por productos de cuidado personal; en Colombia, este sobreprecio representa entre 5 y 20% en comparación con los productos para hombres; en Estados Unidos los productos para mujeres cuestan 7% más que los productos similares para hombres, particularmente los de la industria de juguetes, ropa, productos de cuidado personal y de la salud.
En México no hay un cálculo preciso sobre este tema: “Los datos son sorprendentes, van por ejemplo la diferencia entre los rastrillos que sirven exactamente para lo mismo, que son exactamente iguales y que cuando tienen digamos motivos de carácter de género, cuando son rosas por decirlo en pocas palabras, cuestan hasta 17% más”, expresó el legislador Castañeda.
Durante 2020 productos como rastrillos o jabones, catalogados de esta forma, representó el 39.3% del gasto de artículos para el cuidado personal en los hogares mexicanos.
Agregó el senador que en la herramienta de comparación de precios “Quién es quién en los precios” de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), artículos como rastrillos, ropa interior desechable, máquinas de afeitar, calzones entrenadores o desodorantes presentan precios diferenciados en función de características basadas en posibles estereotipos de género, vinculados a la presentación física de los productos.
Del 29 de abril al 14 de mayo de 2019, la diferencia de costos mostrada por la citada herramienta, entre los rastrillos para mujeres y hombres, era de hasta 17.2%; en la ropa interior de 15.3%; en el caso de las máquinas de afeitar de 8.1%; en los tintes para el cabello de 7.8%; en el calzón entrenador para infantes, de 1.3% y en el desodorante de 0.3%.
La propuesta
La reforma propuesta por el senador y que será presentada en breve establece que los proveedores de bienes y servicios no puedan aplicar incrementos a precios o tarifas, entre un producto y otro de similares características cuya única diferencia radique en criterios y atributos construidos a partir de estereotipos en función del sexo o género de las personas.
“Es el mismo producto con las mismas cualidades, mismo diseño y materiales, las mismas funciones, pero solo, por tener un diseño basado en estereotipos, enfocados hacia el consumo femenino, cuesta más caro, ¿por qué las mujeres debemos pagar más por lo mismo?, ¿solo por ser mujeres?; ¿no te parece injusto que, solo por ser mujer, pagues más?”, planteó la senadora Verónica Delgadillo.
