El 2022 cerrará como el año donde más fosas clandestinas fueron localizadas en territorio jalisciense. Datos del gobierno del Estado, presentados en su nueva plataforma para consulta, revelan que hasta noviembre de este año se hallaron 44 de estos sepulcros clandestinos y donde se sustrajeron 301 cadáveres.
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Aunque este año fue cuando más sitios de inhumación ilegales se detectaron, no se rompe el récord de cadáveres hallados, pues este ocurrió en 2020 cuando se localizaron 544 cuerpos.
En esta administración, entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de noviembre de 2022, se han encontrado mil 426 personas dentro de fosas clandestinas. La mayor cantidad de cuerpos se localizaron entre octubre y noviembre de 2020 en una fosa localizada en la colonia Los Sabinos del municipio de El Salto, donde las autoridades encontraron 134 cadáveres sepultados y fragmentos anatómicos.
De estos mil 426 cuerpos, 712, equivalente al 49% de los fallecidos, fueron identificados, parcial o totalmente.
Las estadísticas revelan que el municipio de Tlajomulco de Zúñiga encabeza el listado de fosas clandestinas en la entidad, con 54 eventos desde 2018, seguido de Zapopan con 18, Tlaquepaque con 15, 11 en El Salto, seis en Tonalá, cinco en Lagos de Moreno, cuatro en Guadalajara y Chapala respectivamente y tres en Ixtlahuacán de los Membrillos. El resto de las fosas fueron en otros municipios de la entidad.
Un estudio previo desarrollado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) apuntaba que 64% de las fosas se localizaron en inmuebles; 34% en predios y 2% en sitios inespecíficos.
“De los cadáveres que han sido identificados en fosas clandestinas, nueve de cada 10 corresponden a hombres, pero cada vez hallamos más víctimas femeninas por parte de los grupos de la delincuencia organizada. Es importante ver la cifra que el 50% de los cuerpos no son reconocidos, y está relacionado no tanto con la evolución de los restos al momento de ser localizados, en muchos casos osamentas, sino que los restos se encuentran mutilados o colocados en bolsas con otros segmentos anatómicos, lo que complica su reconocimiento”, expresó Tania Márquez, investigadora del tema.