Debido a los incidentes suscitados en diferentes eventos de Jalisco, donde entradas a conciertos, espectáculos culturales y deportivos fueron falsificados y dejaron a las víctimas fuera de las sedes, existe ya una propuesta en el Congreso de Jalisco para tipificar como delito la falsificación de boletos.
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Se busca con esta medida no sólo sancionar a quienes estafen a los asistentes, sino que se pretende inhibir también la reventa, una constante en este tipo de actividades.
La propuesta fue presentada por el diputado Julio César Hurtado de la bancada del PAN, quien justifica la modificación al Código Penal del Estado de Jalisco, al explicar que se genera un agravio a la ciudadanía con esta práctica y cae dentro del concepto de fraude. La propuesta reforma las fracciones XXIV y XXV y adiciona la fracción XXVI al artículo 252 del Código Penal de Jalisco.
En materia de fraude, el Código Penal estatal considera penas de seis meses a dos años de cárcel y multas de hasta 770 pesos, cuando el valor de lo defraudado no exceda los 43 mil 300 pesos. La sanción incrementa conforme a un monto mayor.
“(Conciertos y eventos) dejan una fuerte demanda de entradas, demanda que se traduce en una derrama económica para el estado y donde tristemente hay quienes aprovechan esto para vender o revender boletos falsos. En redes sociales existen innumerables denuncias de fraudes por venta de boletos duplicados o falsos”, señala el legislador.
A decir del legislador, en Jalisco y el área metropolitana se realizan cuando menos 200 eventos al año y benefician no sólo a los organizadores, sino a los comercios alrededor de las sedes. Acusa que la falsificación inhibiría la presencia a estas actividades.
“Hemos visto que la reventa de boletos de espectáculos ha tenido un alza en la práctica, pues es una actividad altamente rentable para quienes la desempeñan, ya que hemos sido testigos, en la mayoría de casos de precios que rebasan el 100 al 200% del precio real”, justifica el legislador, agregando que hasta 70% de los boletos que se compran con revendedores tienden a ser apócrifos.
Explican que no sólo se viola el derecho a la recreación, sino que cae en una situación de fraude y estafa, la cual debe ser prevenida y en su caso castigado.
Explicaron que sancionar la reventa es más difícil porque se trata de un acto de comercio por consentimiento mutuo de las partes, pero revender boletos apócrifos si cae en la comisión de un delito.
